Condenados en Palencia a penas que suman 15,5 años dos individuos por retener a la exnovia de uno de ellos

La Audiencia de Palencia ha impuesto un conjunto de penas que suman 15,5 años de prisión a Antonio Z.M. y Juan José S.S, quienes en junio de 2010 mantuvieron retenida durante horas a la exnovia del primero, H.R, y que incluso llegaron a golpearla y amenazarla con el propósito de que reiniciara la relación sentimental.

La Audiencia de Palencia ha impuesto un conjunto de penas que suman 15,5 años de prisión a Antonio Z.M. y Juan José S.S, quienes en junio de 2010 mantuvieron retenida durante horas a la exnovia del primero, H.R, y que incluso llegaron a golpearla y amenazarla con el propósito de que reiniciara la relación sentimental.

En su fallo, la mayor de las penas ha recaído sobre el exnovio de la víctima, Antonio Z.M, condenado a un total de 8,5 años de privación de libertad por delitos de detención ilegal, amenazas y lesiones, con la agravante de parentesco, mientras que su amigo Juan José S.S. ha sido condenado por idénticos delitos, con la agravante de reincidencia, a un total de siete años.

Ambos, además, junto con las medidas que les prohíben acercarse o comunicar con la víctima, deberán pagar, de forma conjunta y solidaria, indemnizaciones por importe global de 7.776 euros por las lesiones y secuelas sufridas por la joven, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Durante el juicio, el Ministerio Fiscal y la acusación particular habían solicitado para el primero de los acusados 12 y 9,5 años de cárcel, respectivamente, y, por el mismo orden, 9 y 6 años para el segundo, mientras que las defensas pidieron un fallo absolutorio.

Los hechos se remontan a la mañana del 16 de junio del pasado año, fecha en la que la víctima y Antonio Z.M. quedaron en un bar de Cervera de Pisuerga minutos antes de que ella entrara a trabajar en el supermercado Lupa de dicha localidad, ya que esta última tenía la intención de poner punto y final a la relación que ambos habían mantenido durante un año.

Sin embargo, al llegar la joven al bar comprobó que le esperaban su exnovio y un amigo de éste, Juan José S.S, quienes, de forma conjunta, conminaron a H.R. a que reiniciara la relación con el primero y acto seguido, ante la negativa de ella, amenazaron con matarla si no cambiaba de opinión.

Ante el cariz que estaba tomando el encuentro, la joven optó por abandonar el establecimiento, si bien los dos acusados la siguieron hasta la calle y la metieron a la fuerza en el vehículo de ella, en el que Antonio Z. ocupó el asiento del copiloto y H.R. quedó al volante del mismo, mientras Juan José S.S. se introdujo en el turismo de su amigo.

Ambos vehículos se dirigieron entonces en dirección a Guardo, itinerario en el que, según considera probado la Sala, el exnovio siguió amenazando a la joven para que volviera a salir con él, ante lo cual ella logró mandar un mensaje de SMS a su madre alertándola de la grave situación en la que se encontraba.

Con los ojos vendados

Llegados a Villanueva de Duero, la joven fue introducida entonces con los ojos vendados en el turismo de Antonio Z. y al mismo se subieron éste y su amigo. Ambos abandonaron allí el vehículo de H.R. y siguieron trayecto en el otro automóvil, hasta hacer de nuevo una parada en la que aprovecharon para sacar a su víctima, llevarla con los ojos todavía vendados hasta un montículo próximo y amenazarla con tirarla a un pantano si no retomaba la relación con Antonio.

Fue allí donde los ya condenados tiraron al suelo a la víctima y la propinaron una paliza, para luego trasladarla nuevamente hasta Villanueva de Duero, donde antes habían abandonado el coche de la agredida, y abandonarla allí, no sin antes amenazarla con matarla si contaba lo ocurrido.

Además de las lesiones sufridas, a raíz de este episodio la víctima sufre un trastorno por estrés postraumático, el mismo que nueve días después llevó a la víctima a protagonizar un intento de suicidio por ingesta de benzodiacepinas.

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