Esta nueva situación beneficiará especialmente a los sectores de la construcción, servicios y pesca, donde la eventualidad es más elevada, pero particularmente al colectivo de las mujeres y los jóvenes, principales destinatarios de los contratos temporales.

El pacto laboral también llegará a Galicia en forma de «30 nuevos inspectores de trabajo para luchar contra el fraude de contratación en las empresas», asegura José Manuel Lado, secretario comarcal de CC OO en A Coruña.

Pacto con la Xunta

Sobre las bases del acuerdo nacional, los sindicatos quieren ahora trasladar la negociación a Galicia dialogando con la Xunta y la Confederación de Empresarios.

Las conversaciones se realizarán por sectores, y uno de los primeros en sentarse a la mesa será el textil: la mitad de los contratos son eventuales, y sus empleados mayoritariamente mujeres.

«En Galicia hay que abandonar el modelo de mano de obra barata de China y los países del Este», dice José Carrillo, de UGT. Para ello, los sindicatos propondrán «una nueva cultura del trabajo».

CIG: «Esto es una gran mentira»

El optimismo de otros sindicatos contrasta con el de la CIG. «El acuerdo es una gran mentira, no es más que propaganda», dice Paulo Carril. Los nacionalistas consideran que la reforma laboral sólo beneficia al empresario porque facilita el despido, reduce la cuantía de las indemnizaciones y legitima el encadenamiento de contratos temporales. Y es que «en 1997», dice Suso Seixo, secretario general de la CIG, «la temporalidad en Galicia era de un 34,3% y actualmente es de un 35,6%».