Más de 2.000 personas se manifestaron por las calles de las nueve capitales de provincia de Castilla y León para reivindicar un "trabajo decente" y en contra de los recortes de derechos sociales en una jornada de protesta marcada por el recuerdo a los fallecidos en el accidente laboral ocurrido este miércoles en las obras de la presa de Castrovido (Burgos), donde perdieron la vida cuatro personas y dos resultaron heridas graves.

La manifestación más numerosa se produjo en Valladolid, donde estuvieron presentes los líderes autonómicos de Comisiones Obreras y UGT, Ángel Hernández y Agustín Prieto, respectivamente, así como representantes de fuerzas políticas como PSOE o IU, con su coordinador regional, José María González, al frente.

En este contexto, Ángel Hernández recordó que la jornada de protesta estuvo convocada por los dos grandes sindicatos, pero con el apoyo de 21 organizaciones sociales, para identificar "elementos de trabajo decente" en Castilla y León.

A este respecto, considera que el "trabajo decente es recuperar los derechos que el Gobierno ha quitado" con una reforma que tuvo como mayor expresión la huelga general del 29 de septiembre de 2010, pero también ir contra medidas como las adoptadas el 26 de agosto, que permiten abrir de forma "indeterminada" la contratación temporal y reconocer el fracaso de la reforma laboral.

Además, se dirigió tanto al Ejecutivo central como a la ciudadanía para decir que "no se puede poner un contrato de formación y aprendizaje a los jóvenes de hasta 30 años, que es un abuso".

En definitiva expresó que la protesta trata de "poner en solfa" todas esas cosas que el movimiento sindical lleva denunciando desde mayo del año pasado cuando comenzó toda la política de recortes en las administraciones públicas y en las empresas privadas con el recorte de la negociación colectiva.

Por otro lado, se refirió al grave accidente laboral ocurrido en Castrovido, el cual lamentó, al tiempo que incidió en que "evidentemente" el trabajo decente también es aquel en el que se cumple la ley de prevención de riesgos, "que es una ley, no es que lo quiera hacer un empresario porque lo considere bien, lo tiene que cumplir".

En esta línea, Agustín Prieto afirmó que por el hecho de trabajar, y ante las necesidades de los países y el alto paro, no se puede renunciar a derechos, algo que "no se puede permitir".

Prieto, en declaraciones recogidas por Europa Press, añadió que el trabajo se tiene que dar "con unas condiciones salariales mínimas adecuadas y de seguridad y eso no ocurre" y mostró su preocupación por un accidente como el de Castrovido, algo "muy preocupante" porque considera que todos los accidentes laborales se pueden evitar y sólo hay que poner las medidas oportunas.

Fallos evitables

"Un cable puede fallar pero es inadmisible ver a gente trabajando debajo de una cubeta en la que van no se cuántas toneladas de hormigón u otro tipo de accidentes que se producen permanentemente", dijo el líder de UGT, quien considera que esto ocurre "porque algo falla".

Por ello, insistió en que con este tipo de manifestaciones se pretende pedir derechos para todos los trabajadores cuyos derechos "se ven conculcados permanentemente" y además dar "un toque de atención" a los poderes, "que la política de recortes se lleva en la línea equivocada y se lleva a la regresión de la economía", como ha ocurrido en Grecia.

Frente a ello, considera que habría que hacer apuestas como la de Estados Unidos, con una inversión pública "mucho más fuerte" y no la de recortes de derechos y reducción del déficit "a costa de los de siempre".

Los líderes autonómicos se expresaron así en Valladolid, donde el presidente del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Raúl Fuente, leyó un manifiesto después de guardar un minuto de silencio en recuerdo a los cuatro fallecidos en el accidente de la presa de Castrovido, algo que se repitió en todas las provincias excepto en Burgos, donde el silencio se prolongó durante cuatro minutos, uno por cada víctima.

En la manifestación de Valladolid se dio cita más de medio millar de personas que recorrieron el centro de la ciudad con una pancarta principal en la que se reivindicaba un "trabajo decente", pero a la que acompañaron otras en contra de la congelación salarial o los recortes en las contratas de la administración.

A ellas se sumaron otras con reivindicaciones particulares como la de los trabajadores de Intrame exigiendo la readmisión de nueve despedidos o el rechazo a los despidos en Lauki.

Tras la de Valladolid, la manifestación más numerosa fue la de Ávila, donde se reunieron unas 400 personas, seguida de la de Burgos, donde más de 300 personas partieron de la Plaza del Mío Cid y concluyeron el recorrido en la Plaza Mayor, lugar en el que se guardaron cuatro minutos de silencio por la muerte de los cuatro fallecidos en Castrovido.

Por su parte, en León fueron cerca de 200 los manifestantes que partieron de las sedes de los sindicatos y finalizaron en la Plaza de la Inmaculada, misma cifra de personas que se sumó a las protestas en las ciudades de Salamanca, Zamora y Soria.

En Segovia más de un centenar de personas inició el recorrido en la Avenida Fernández Ladreda, ante la sede de UGT, para llegar a Subdelegación del Gobierno, mientras que en Palencia otras cien personas partieron del Parque del Salón y finalizaron el recorrido en la Plaza Mayor.