Instituciones Penitenciarias niega que vaya a trasladar a Vitoria a una presa etarra interna en Sevilla-I

Instituciones Penitenciarias ha negado este jueves que la presa de ETA Arritokieta de Andrés Urruticoechea, interna hasta el momento en la prisión de Sevilla-I tras ser condenada a nueve años de cárcel por pertenencia a banda armada, vaya a ser trasladada a la prisión de Nanclares de la Oca, cerca de Vitoria.

Instituciones Penitenciarias ha negado este jueves que la presa de ETA Arritokieta de Andrés Urruticoechea, interna hasta el momento en la prisión de Sevilla-I tras ser condenada a nueve años de cárcel por pertenencia a banda armada, vaya a ser trasladada a la prisión de Nanclares de la Oca, cerca de Vitoria.

En este sentido, fuentes de Instituciones Penitenciarias han indicado a Europa Press que "es rotundamente falso" que esta presa etarra "vaya a ser trasladada a la cárcel" de Nanclares de la Oca, al mismo tiempo que han dicho que también es "falsa" la existencia de una "política de reagrupación" de presos etarras en cárceles del norte de España.

No obstante, fuentes penitenciarias consultadas por Europa Press han subrayado que este traslado de la presa Arritokieta de Andrés, a la que le queda por cumplir menos de un año de la condena que le fue impuesta, "ha sido aprobado en la misma mañana de este jueves por cinco votos a favor por dos en contra", señalando que será en los próximos días cuando se lleve a cabo.

Arritokieta de Andrés Urruticoechea llegó a Sevilla-I, procedente de la prisión madrileña de Soto del Real, en octubre de 2010. Esta presa etarra fue detenida en el año 2003 en una operación contra el aparato de captación de la banda terrorista ETA en varios puntos del País Vasco y Navarra, tras lo que fue condenada a nueve años de prisión por pertenencia a banda armada.

Cumplirá su condena "próximamente"

En esta operación fueron detenidos otros jóvenes, que fueron condenados a penas de entre seis y siete años de cárcel por colaboración con banda terrorista. Sobre Arritokieta recayó la pena más elevada al ser considerada interlocutora de dirigentes de la organización terrorista ETA, ya que en su agenda de bolsillo se encontraron anotadas numerosas citas en clave con personas a contactar que le facilitaba la organización.

La sentencia de la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a Arritokieta, quien durante el juicio se declaró militante de la banda, por su participación "directa, material y voluntaria" en el aparato de captación.

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