Los ayuntamientos que no rindan cuentas anualmente ante el Consello de Contas no podrán percibir subvenciones del Gobierno gallego y, los que sí lo hagan, deberán pagar a sus proveedores en un plazo de 60 días para no ver congelado su acceso a las mismas. A cambio, la Xunta anticipará el importe de las ayudas a los entes municipales que dispondrán de los fondos antes de "pagar las facturas".

"Respondemos a una reivindicación histórica del municipalismo", ha aseverado el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien ha remarcado el "compromiso" de su Gobierno con dotar de "mayor liquidez" a los entes locales en un contexto económico difícil. Eso sí, ha advertido de que los ayuntamientos deben "cumplir" con su parte y ha defendido "distinguir" entre los que "son transparentes y pagan" y los que "no lo hacen".

Al término del Consello, que autorizó el decreto que regulará las ayudas autonómicas para 2012, el presidente ha confirmado también que los municipios que "fusionen" la prestación de determinados servicios —lingüísticos, de igualdad o gestión de puntos limpios, entre otros— tendrán "prioridad" a la hora de recibir ayudas de la Xunta.