"Hombres que ofrecen dinero a menores a cambio de sexo en Internet". La nueva temporada de Diario de… arranca este lunes, a partir de las 0.15 horas en Cuatro, abordando el acoso sexual de los menores en la Red. El programa de investigación que presenta Mercedes Milá indagará en las situaciones de explotación, injusticia y estafa que están viviendo muchos ciudadanos a causa de la crisis. Ningún tema se quedará en el tintero, porque Milá asegura que "nunca tira la toalla". Con la precaución impuesta por su afirmación de que teme "como al fuego al periodismo escrito", entrevistamos a esta profesional todoterreno que confiesa que la edad la ha vuelto "más optimista".

¿Ha cambiado su percepción de la crisis después de estos programas de investigación?

No, porque además no investigamos la crisis, investigamos las denuncias que los ciudadanos nos envían. En ese caso, lo que sí vemos es que por culpa de la crisis hay muchas denuncias de personas que se ven pisoteadas, atropelladas e injustamente tratadas.

¿Qué es lo que más le está impresionando?

Me sigue emocionando la confianza de la gente que manda su denuncia como si nosotros fuéramos ya el clavo ardiendo que les queda.

¿Qué dificultades se encuentra a la hora de investigar?

De momento, no hay dificultades. Al contrario, lo que hay es un camino lleno de cosas interesantes. La gente confía enormemente en que nosotros  vamos a ayudar.

Pero a veces se puede ayudar y otras no. ¿Queda una sensación de frustración?

Claro. Cuando ves que podrías haber ayudado y no los has conseguido, te queda una sensación de frustración. Me pasa mucho.

La crisis y sus consecuencias están muy presentes en esta temporada de Diario de… ¿Ha afectado la crisis al presupuesto y al equipo del programa?

Al contrario. Nosotros en Diario de.. hemos conseguido doblar el equipo y de lo que eran 14 personas trabajando hemos pasado a 28, con lo cual estoy feliz, porque hemos generado 14 puestos de trabajo, y eso es importantísimo.

¿Le gusta cómo estamos enfocando los medios de comunicación lo que está pasando?

La gente está haciendo muy bien su trabajo, se ven historias personales, contadas en primera persona todos los días. Si algo se puede decir, desde mi punto de vista, es que somos muy negativos, y quizás, lo que hace falta es un empujón con un poco de noticias positivas que sé que es difícil encontrarlas, pero que se encuentran.

¿Cómo reacciona la gente cuando la ve aparecer con la cámara?

Depende. Si la persona ha cometido un delito o ha hecho algo que no está bien hecho se lleva un susto de muerte. Si es una persona que está deseando hablar, está encantada de verme.

Lo mismo conduce un directo de Gran Hermano, que se mete a fondo en la investigación de un caso complicado. ¿Qué exige más dosis de sangre fría?

Yo soy periodista, desde hace muchísimos años, y por lo tanto he hecho un poco de todo, como todos los periodistas que ya tenemos muchos años. Los papeles no se pueden perder jamás, lo que pasa es que el directo, como es el directo de Gran Hermano, requiere un comportamiento que no es el mismo que cuando estás haciendo una investigación. Pero también es verdad que cuando tienes una cámara oculta en funcionamiento y estás a punto de pillar a alguien con las manos en la masa esa tensión es enorme y tienes que mantener la calma. No se pueden comparar. La suerte que tengo es que son complementarios.

Con el carácter que tiene, que dice siempre lo que piensa, ¿tiene más amigos o más enemigos?

Más amigos.

¿Cómo es Mercedes Milá fuera de las cámaras? ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Soy idéntica. Me gusta, como a cualquiera tener ratos libres y utilizarlos para desconectar y para encontrar un momento de ocio. Soy muy aficionada al deporte, me gusta enormemente ir al monte, me gusta la bicicleta, soy una persona que necesita muchos momentos de silencio porque me gusta leer... como a cualquiera. Tal vulgar como cualquiera.

¿Qué noticia reciente lee hubiera gustado cubrir como periodista? ¿Tal vez la boda de la Duquesa de Alba en Sevilla?

Yo no hubiera estado. No tengo el menor interés en estar en un acontecimiento como ese, que tuvo mucha trascendencia, pero creo que estamos medio locos. No parece que sea un tema como para que se haya trastornado el país porque esta señora se haya casado.