El francés Honoré Daumier (1808-1879) fue uno de los caricaturistas políticos más reconocidos del siglo XIX. Se hizo famoso por las ilustraciones en las que criticaba la vanidad de la monarquía francesa y el peligro del militarismo, de manera tan ácida que incluso pasó meses en prisión por sus ilustraciones del rey Luis Felipe I de Orleans.

La National Portrait Gallery de Londres clausura este mes Peace ridiculed: caricatures by Honoré Daumier (La paz ridiculizada: caricaturas de Honoré Daumier) una exposición que se centra en dos sets de litografías que el artista hizo para Le Charivari, una publicación humorística. Lejos esta vez de burlarse de la realeza o los altos mandos del ejército, Daumier arremete contra la paz.

A mediados del siglo XIX se inició un movimiento por la paz internacional liderado por un grupo de cuáqueros británicos y políticos pacifistas, que promovieron la idea -muy radical para su tiempo- de que había alternativas a las guerras para solucionar los conflictos. Los pacifistas querían acabar con la guerra de Crimea, que enfrentaba al Imperio ruso con los aliados, que buscaban frenar su crecimiento:  Reino Unido, Francia, el Imperio otomano  y el Reino de Piamonte y Cerdeña.

La muestra revisa las relaciones anglo-francesas del momento en dos series de caricaturas que representan por separado sucesos relacionados.

La controvertida idea de evitar conflictos armados tuvo el apoyo de la Peace Society Británica y de Richard Cobden, miembro del parlamento. Representantes de los dos países organizaron varias jornadas de conferencias de paz a las que incluso acudió el novelista francés Victor Hugo.

Abrazos colectivos, cuáqueros marchando en fila con ramas de hojas mustias, Victor hugo con una delicada corona de flores... Daumier representa en sus caricaturas su idea de lo que fue la reunión de pacifistas que, a pesar de sus nobles intenciones, fueron el hazmerreír de la sociedad del siglo XIX.