El Gobierno de Navarra apoyará el ahorro energético en un centenar de hogares con bajos recursos, mediante talleres formativos para adoptar hábitos de vida más sostenibles.

La iniciativa se enmarca en el programa Hogares Kioto, impulsado por el Ejecutivo foral, a través de la fundación Centro de Recursos Ambientales de Navarra (CRANA). Para este fin, el director gerente del CRANA, Javier Asín, y el responsable de la Fundación Santa Lucía - Adsis (entidad colaboradora), Gilberto Padrón, han firmado un acuerdo de colaboración en un encuentro en el que también han participado la responsable de financiación de proyectos de Fundación Caja Navarra, Irantzu Vázquez, y la gestora de proyectos sociales de esta entidad, Sonia Cuenca.

El programa Hogares Kioto se impulsó en el año 2006. Desde entonces, 724 hogares navarros han participado en el proyecto para frenar el cambio climático disminuyendo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la factura energética. Esta actividad, junto con el programa La Apuesta Energética, también del Gobierno de Navarra, está respaldada por un total de 288 clientes de Caja Navarra, entidad que financia el programa.

Colaboran en la iniciativa la Fundación Santa Lucía - Adsis, que se ha encargado de la coordinación, búsqueda y contacto de hogares con este tipo de perfil y la sociedad pública VINSA, así como otras entidades sociales.

Estructura de los talleres

Las cien familias participantes se han distribuido en cinco grupos, para cada uno de los cuales se imparten tres talleres. Además, cada familia tiene la posibilidad de realizar una auditoría energética en el hogar. Las familias que conforman los grupos provienen de Pamplona (Mendillorri, Rochapea-Chantrea, y San Jorge-Buztintxuri) y Berriozar. Los tallleres comenzaron en el pasado mes de septiembre y está previsto que finalicen a mediados de noviembre.

El primer taller se centra sobre todo en los gastos relacionados con el consumo de gas y de electricidad. A los participantes se les explica todos los conceptos de la factura, las opciones existentes para ahorrar: bono social, tarifa de último recurso (TUR) o discriminación horaria. Tras este primer taller se concreta con cada una de las familias la fecha de realización de la auditoría, consistente en la visita de un técnico al hogar para identificar ineficiencias tecnológicas o malos hábitos por parte del inquilino, y proporcionar herramientas de mejora.

En el segundo taller se analizan los resultados de la auditoría y se explican los conceptos básicos relacionados con los sistemas de calefacción y agua caliente. Se ofrecen asimismo alternativas y consejos para mejorar la eficiencia, el aislamiento, etc. El tercer y último taller se centra en la eficiencia en los electrodomésticos y en la iluminación.

124

Hogares participaron en el programa en 2010

En la pasada edición del programa se trabajó con 124 hogares con una media de 2,8 personas por hogar. El 74,1% de los hogares participantes afirmaron que tras su paso por Hogares Kioto han modificado sus hábitos de ahorro energético. Por otra parte, un 84,5% afirmó haber notado algún cambio de actitud en su entorno familiar respecto al ahorro energético. De los datos recogidos en las encuestas destaca que el miembro del hogar más interesado en la reducción del consumo energético es la mujer cabeza de familia.

Por otra parte, del estudio se deduce que la calefacción supone la parte del consumo energético donde más control se puede ejercer en los hogares, ya que el 88,7% de las personas participantes mantenía calefacción individual. Se estima que un 68% del consumo de energía de un hogar navarro se destina a la calefacción.

Por otra parte, destaca el hecho de que antes de participar en los talleres, un alto porcentaje de participantes (50%) afirmaba desconocer la etiqueta energética de sus electrodomésticos.

Otros proyectos para familias con pocos recursos

El Gobierno de Navarra impulsa y colabora en diversas iniciativas y proyectos relacionados con la exclusión residencial. Los más destacados son el proyecto de alquiler social, donde se ofrece una vivienda en alquiler a familias o personas con vulnerabilidad social, a un precio de 350 euros de media. Este alquiler es temporal 5-8 años y persigue la incorporación de la familia a una vivienda que no sea de una entidad social y, por sus propios medios, transcurrido ese periodo.

Otro proyecto es el de vivienda de integración social que consiste en posibilitar y acompañar socialmente la incorporación de una familia a una vivienda y al entorno en la que se ubica, a través de diversas ayudas que posibilitan la adquisición de la vivienda por parte de la familia o el alquiler de la misma.

Por último el proyecto EISOVI, es una prestación garantizada de la cartera de servicios sociales del Gobierno de Navarra, que pretende posibilitar tanto el acceso a una vivienda digna como la mediación necesaria para mantener el alojamiento habitual en aquellas familias que tengan riesgo de perder su vivienda.

Las familias que participan en los talleres formativos de Hogares Kioto son usuarias de estos proyectos. Un 65% de ellas son originarias de Navarra. Además, el 60% del total son parejas con hijos y su nivel económico es bajo, entre 500 y 800 euros de media de ingresos mensuales para una unidad familiar formada por una media de 2,8 personas.

Según datos de la encuesta de condiciones de vida que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que en 2004 el 0,6% de la población navarra no podía mantener la vivienda a una temperatura de confort, en 2009, este porcentaje había ascendido el 1,8%. Esta situación está relacionada con el problema de la "precariedad energética" en la que las familias no son capaces de mantener su hogar a una temperatura adecuada (20 grados en invierno y 25 grados en verano) por un precio justo.