[littlesecretfilm] 'Nunca he estado en Poughkeepsie': un #littleacidtrip de Angel Sala

Una búsqueda imposible y atmósferas sonoras absorbentes en el debut en el largo del director del Festival de Sitges, que se podrá ver esta noche en Calle 13 (00:15 h.). Por D. DE PARTEARROYO
[littlesecretfilm] 'Nunca he estado en Poughkeepsie': un #littleacidtrip de Angel Sala
[littlesecretfilm] 'Nunca he estado en Poughkeepsie': un #littleacidtrip de Angel Sala
[littlesecretfilm] 'Nunca he estado en Poughkeepsie': un #littleacidtrip de Angel Sala

La nueva etapa del proyecto littlesecretfilm en colaboración con Calle 13 estrenará cada mes en el canal un largometraje producido al amparo del decálogo (con algunas modificaciones, como la predilección por el suspense, el thriller o el terror) que después pasará a estar disponible para su visión online. Así hasta un total de 13 películas. Después de #RealMovie, de Pablo Maqueda, hoy lunes 2 de septiembre (00:15 h.) se emitirá la segunda película: Nunca he estado en Poughkeepsie, dirigido por Ángel Sala. Se trata del debut en la realización de largometraje del director del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, que ya tenía experiencia como guionista en las cintas de la Fantastic Factory Rottweiler y Bajo aguas tranquilas.

Dentro de la vorágine creativa y sugerente lienzo en blanco que supone el modelo #littlesecretfilm dentro de las agitadas aguas del cine independiente español, hay dos características del manifiesto que contribuyen a darle personalidad. Una es la apuesta decidida por llevar la producción low cost al formato de largometraje, contribuyendo a liberar al sobrepoblado ecosistema nacional de cortos de una carga todavía mayor, y la otra, íntimamente relacionada, es brindar la oportunidad de debutar en el largo a realizadores de gran interés que todavía no lo habían hecho (Chema García Ibarra, el dúo Venga Monjas) o a profesionales del cine ajenos a la dirección, como el crítico Jordi Costa o Ángel Sala, director del Festival de Sitges. Igual que en Piccolo Grande Amore pudimos ver cómo Costa sacaba brillo a algunas de sus obsesiones culturales, en Nunca he estado en Poughkeepsie son detectables trazas de un tipo de cine muy del gusto del Sala crítico y programador. Parece entregarse por completo a una espiral de citas encadenadas sin mucho sustento dramático que, paradójicamente, quizás habrían tenido más aceptación en formato corto.

Mediante escenas procecentes de un universo de exploitation lynchiana sin remordimientos conocemos la historia (es un decir: la entrevemos a través de su fluir hermético) de Dick Tremaine (premio a los fans de Twin Peaks que pillen la cita), un chico que busca desesperadamente a Sharon, joven protagonista de una serie de flashbacks con textura publicitaria de pan con cereales. Como si estuviera presentando su inscripción en la corriente anarrativa de paseos erráticos representada durante la pasada década por películas como Gerry (Gus Van Sant, 2002), Electroma (Daft Punk, 2006) o Finisterrae (Sergio Caballero, 2010), Sala dilata cada secuencia al máximo de la capacidad receptiva del espectador, estirando los silencios entre los escasos diálogos o repitiendo movimientos hacia delante y hacia atrás. Táctica de desbordamiento que, si bien suponemos que no busca ninguna complicidad con el público después de momentos como el parpadeante letrero de "Ultramarinos" que parece sampleado de Gaspar Noé, deja a Nunca he estado en Poughkeepsie entre el ejercicio de estilo validado por su equipo técnico de la ESCAC y el cine experimental sin novedad. Con todo, sigue siendo una muestra de la valiosa heterodoxia dentro del conjunto #littlesecretfilm y, atendiendo al lisérgico uso de su banda sonora ambient a cargo de Aleix Pitarch, puede llegar a disfrutarse como un absorbente #littleacidtrip por distintas texturas ambientales más que como una experiencia cinematográfica al uso.

Más noticias de cine, próximos estrenos y series de televisión en CINEMANÍA.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento