La Guardería de Tortugas de Morro Jable (Fuerteventura) ha acogido durante el periodo estival a hasta seis ejemplares de tortuga 'boba' (Caretta caretta) —rescatadas por los pescadores— que han permanecido, hasta alcanzar un estado óptimo de recuperación, en estas instalaciones que gestionan la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo y la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura.

En un comunicado, la Corporación insular explicó que en la mayor parte de los casos, las tortugas han llegado a la Guardería de manos de pescadores de la zona, tanto profesionales como aficionados, a excepción de dos ejemplares que aparecieron recientemente en Playa Blanca y que fueron recuperados gracias al aviso de los bañistas.

Estos hechos, en palabras de la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Natalia Évora, "hablan de los buenos resultados que estamos obteniendo en materia de concienciación alrededor del Proyecto Tortuga. Cada vez más el mensaje de conservación del medio marino está calando en la sociedad, la gente percibe y entiende los problemas de los hábitat acuáticos y eso es una gran noticia para el medio ambiente de Fuerteventura y de Canarias".

De los seis ejemplares que han sido atendidos por el equipo de veterinarios, biólogos y voluntarios que trabajan en la Guardería de Tortugas, cinco de ellos han precisado de intervenciones quirúrgicas por parte de la veterinaria Ana Belén Casal, colaboradora del proyecto.

Por su parte, Évora destacó que "es positivo realizar en Fuerteventura las atenciones de los especimenes accidentados cuando la situación lo permite, porque evitamos a los animales el traslado a los centros de otras islas y también porque significa el máximo aprovechamiento de las instalaciones de la Guardería de Tortugas", que se encuentran ubicadas en el Muelle de Morro Jable y abiertas a la visita del público de lunes a viernes en horario de 09.00 a 13.00 horas.

De las seis tortugas tratadas este verano, una de ellas, bautizada con el nombre de Cebada, fue devuelta al mar en una suelta con escolares organizada desde el Departamento de Educación Ambiental del Cabildo con motivo de las fiestas de la localidad de Morro Jable. Había aparecido enmallada y perdió una aleta.

El resto permanece en la Guardería de Tortugas a la espera de alcanzar un estado óptimo de recuperación que permita su devolución al mar. Dos de ellas (fotografías adjuntas) han sido bautizadas con el nombre de Morro —un ejemplar que apareció enmallado y que por ello ha perdido tres aletas (se mantendrá en un acuario para conservación de caracteres genéticos)—, y Catalina, enferma por un anzuelo en la nariz que le provocó un absceso nasal y una neumonía.