La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a 20 años de cárcel y al pago de una indemnización de 80.000 euros a una mujer de 30 años de edad, identificada como María M.B., por asesinar con un machete de cacería de 30 centímetros de hoja a un hombre de 66 años de edad que se negó a entregarle dinero, hechos por los que la Fiscalía y la acusación particular que ejerce la familia de la víctima habían solicitado 25 años de prisión.

Esta sentencia se produce después de que, durante el juicio celebrado la pasada semana, un jurado popular emitiera un veredicto de culpabilidad al considerar que la acusada asestó al anciano "de forma salvaje y por sorpresa" hasta once puñaladas, todo ello "sin dar posibilidad a la víctima de defenderse". El jurado consideró a esta mujer culpable de matar al anciano "de forma intencionada, con alevosía y con ensañamiento".

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, considera probado, tal y como hizo el jurado, que entre las 00,00 y las 6,00 horas del día 8 de marzo de 2010, la acusada, acompañada de su entonces pareja, fallecido en enero de 2011, se dirigieron al domicilio de la víctima en Guillena portando un machete de cacería y, tras llamar a la puerta, entraron al interior, ya que la víctima "abrió la puerta confiado y sin ninguna prevención ya que conocía a la acusada", puesto que la hermana de su exmarido estaba casada con un hermano del fallecido.

Una vez allí, le exigieron que les entregara dinero, y ante su negativa a dárselo, "decidieron acabar con su vida" y le asestaron para ello hasta once puñaladas con el machete que portaban, ocho de ellas de ataque y tres de defensa. Seguidamente, limpiaron el machete sobre una sábana y procedieron a registrar la casa, abandonándola a continuación. Según el fallo, la acusada y su acompañante, "al asestarle once puñaladas, además de dar muerte a Luis V.H., le causaron padecimientos innecesarios, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del mismo".

Ataque "sorpresivo"

El fallo, que recuerda que el machete era propiedad de la condenada, aplica las atenuantes de ensañamiento y alevosía, ya que "no dio a la víctima oportunidad de defenderse, siendo objeto de un ataque sorpresivo, al darle los once navajazos estando dentro de su domicilio, al que la acusada y su entonces pareja habían accedido aprovechándose de que la víctima tenía relación" y "mantenía una relación de confianza" con la procesada.

Argumenta que se trató de un ataque por sorpresa por el hecho de que "fueran dos los atacantes; la diferencia de edad con la víctima; que los hechos tuvieran lugar de noche; las dimensiones del arma empleada para el ataque; la amistad y confianza que Luis tenía con la acusada; y que ésta y su acompañante portaran el arma antes de llegar al domicilio".

Asimismo, la sentencia desestima la atenuante de drogadicción, para lo que tiene en cuenta el informe emitido por el Servicio de Química del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que concluyó que "el consumo medio de cocaína durante los últimos seis meses previos a los hechos fue bajo, no constando que en la fecha de los hechos actuara afectada por dicho consumo".

Por todo ello, la Audiencia Provincial condena a la acusada a 20 años de cárcel por un delito de asesinato —Fiscalía y acusación particular pedían 25 años—, pues "sin desconocerse ni obviar en modo alguno la gravedad de los hechos por su naturaleza y por las prácticamente nulas posibilidades de defensa de la víctima, así como la causación de sufrimientos innecesarios", también hay que tener en cuenta "las circunstancias personales de la acusada, su edad, el hecho de que carezca de antecedentes penales y que sea madre de tres niños de corta edad". Asimismo, tendrá que pagar una indemnización de 16.000 euros a cada uno de los cinco hermanos del fallecido.