Laguna Negra y Circos de Urbión, por tierras castellanas

No es el espacio natural protegido más famoso de España y, sin embargo, encierra paisajes que poco tienen que envidiar a los grandes parques de nuestro país. El Parque Natural de la Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión se encuentra situado en pleno corazón de Castilla y León, en la zona noroeste de Soria y a pocos kilómetros de las provincias de Burgos y La Rioja.

Declarado Parque Natural en febrero de 2010, comprende parcialmente los términos municipales de Covaleda, Vinuesa y Duruelo de la Sierra, tres encantadores pueblos que albergan un patrimonio cultural digno de un pequeño alto en el camino: construcciones góticas en Vinuesa y Covaleda y tumbas antropomórficas en Duruelo, entre otros lugares de interés.

Posee una geomorfología muy característica debido al paisaje glaciar originado por las variaciones climáticas sucedidas hace dos millones de años. Eso dio lugar a diversos ecosistemas, entre los que se encuentran varias formaciones acuáticas de origen glaciar, como la Laguna Negra, la Laguna de Hornillo, la de Mansegosa y la Helada, todas ellas incluidas dentro del Catálogo de zonas húmedas de Castilla y León.

En lo que a fauna se refiere, el parque posee un valor característico destacable por la presencia de diversas especies protegidas y de otras que ya escasean, como la perdiz pardilla. Entre las aves rapaces encontramos el águila culebrera o el halcón peregrino que, con suerte, podrán divisarse en días despejados.

En el área floral, la masa de pino silvestre se impone salvajemente en cuanto el parque empieza a divisarse. Las caudalosas precipitaciones y la frescura del ambiente fomentan su conservación y propician también el desarrollo del haya en cotas superiores a 1.400 metros y de matorrales por encima de los 1.800 metros de altitud.

El territorio protegido apenas se extiende por 4.617 hectáreas y sin embargo recibió el pasado año más de 24.000 visitantes. Y no es de extrañar: el menor de los placeres que puede disfrutarse en la zona es el de sentir el crujir las piñas bajo la suela de unas botas mientras un sinfín de frondosos pinares se suceden ante los ojos de un inquieto visitante.

Un paraíso para caminantes, montañeros, turistas y algún que otro dominguero que se acerca a conocer la zona en un sábado cualquiera de un caluroso mes de agosto. La temperatura aquí concede una tregua, a pesar de estar en el mes más caluroso del año y en plena tierra castellana: sin duda, la Laguna Negra hace honor a la altitud a la que se encuentra y regala, en verano, un clima más agradable que el de los municipios que la rodean.

Para llegar a la Laguna Negra (a 1.700 metros de altitud), lugar estrella de este parque, habitualmente se accede desde Vinuesa, por la carretera del Puerto de Santa Inés. En temporada baja se puede aparcar el vehículo casi en el propio mirador de la laguna, pero en los días de mayor afluencia de visitantes solo se permite la circulación hasta el parking que se encuentra a 2 kilómetros de esta, una distancia que puede recorrerse fácilmente caminando o bien tomando un autocar que sale cada 15 minutos del parking y tiene un coste de 1 euro el trayecto de ida y vuelta.

Al ascender hasta el mirador, un cartel de la Ruta Machadiana en Soria da la bienvenida al caminante. Sin duda, el paseo vale la pena: incluso Antonio Machado, sevillano de nacimiento pero soriano de devoción, se inspiró en 1910 en estos parajes para forjar su poema La tierra de Alvargonzález ("Cuenta la hazaña del campo / el agua clara corriendo, / mientras los dos asesinos / huyen hacia los hayedos./ Hasta la Laguna Negra, / bajo las fuentes del Duero (…)".

Esta parte del parque presume de tener acceso habilitado para minusválidos, algo que en principio parece difícil al observar las empinadas cuestas de empedrado irregular.

Para continuar la ruta, y tras bordear la laguna, los más atrevidos y preparados pueden seguir su camino hacia el Pico de Urbión (2.228 metros), tomando un camino indicado como "tramo de senda peligrosa" que, tras superar un camino de acusado desnivel, regala una estupenda panorámica de la laguna. Tras alcanzar el Collado de Majada Rubia y superar la Laguna Larga, una pista dirige hasta el Collado Arenoso, tras el cual puede alcanzarse la cima del Pico de Urbión, de complicado acceso en invierno por las nevadas.