Las Bodegas Barbadillo de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) ha finalizado recientemente su vendimia de uva palomino y otras variedades blancas, con más de 8.600.000 kilos recolectados, y ha terminado también la recolección de 800.000 kilos de variedades tintas con las que se elabora el vino tinto Gibalbin.

Según ha explicado la empresa en un comunicado, ha sido a mediados de septiembre cuando ha finalizado la vendimia de las 100 hectáreas plantadas en las Viñas Santa Lucía y Gibalbin de variedades tintas — Tempranillo, Merlot, Tintilla de Rota, Syrah y Cabernet— con un total recolectado de 800.000 kilos con las que elabora los vinos tintos andaluces Gibalbín Joven y Gibalbin con Crianza. Los resultados de ambas vendimias han cubierto las "excelentes expectativas" que se barajaba al inicio de la cosecha, tanto en términos de cantidad como de calidad.

La cosecha de uva palomino y otras varietales blancas ha sido "excelente", con mucho carácter varietal en los vinos que ya están fermentados y se encuentran actualmente en su proceso de crianza en lías. De uva palomino se han vendimiado 8.200.000 kilos, resultando su madurez "idónea", con un grado baumé promedio de 12.0 grados. Por su parte, el total de blancas vendimiadas supera los 8.600.000 kilos.

La campaña comenzó el 17 de agosto y se cerró definitivamente el pasado 7 de septiembre. La uva palomino procede principalmente de las viñas seleccionadas del Marco ubicadas en pagos de Jerez y Sanlúcar de Barrameda, de más de 30 proveedores con los que Barbadillo mantiene contratos de compra de uva plurianuales y de las 300 hectáreas de viñedo de Barbadillo en sus fincas Santa Lucía y Gibalbín. La cosecha se utilizará principalmente en la producción del vino blanco de la Tierra de Cádiz Castillo de San Diego, sus Manzanillas Solear y MuyFina, así como la gama de jereces tradicionales.

Según ha explicado Montserrat Molina, Directora Técnica de Bodegas Barbadillo, La cata de los primeros vinos fermentados "nos transmite buenas sensaciones tanto a nivel aromático como gustativo".

En cuanto a la vendimia de variedades tintas —con las que se elabora Gibalbín, el primer vino tinto de Andalucía— la cosecha de este año ha estado marcada por un invierno con lluvias y temperaturas suaves durante el periodo de maduración. Después de una bajada de temperaturas a principios de septiembre, llegaron diez días de calor continuados que hicieron que todos las variedades tintas que quedaban en el viñedo llegaran rápidamente a su punto de madurez.

La vendimia, que se ha saldado con un total de 800.000 kilos recolectados, empezó el 18 de agosto y finalizó el pasado día 15 de septiembre.

La calidad de las uvas tintas ha sido también "excelente", según añade Barbadillo, con unos índices de sanidad "inmejorable", con gran color y un potente sabor a fruta madura. En la actualidad, se está en pleno proceso de maceración y fermentación y seguramente se tendrán los primeros vinos terminados a finales de octubre.

Según la bodega sanluqueña, la cosecha este año ha sido mayor a la esperada debido a las lluvias de invierno, así como por la buena temperatura de la primavera, por lo que se han podido recolectar un importante volumen de racimos. El verano caluroso al principio y suave al final, junto con una correcta gestión de riego han determinado la correcta maduración de los racimos.