El fiscal pide una condena para el acusado por el crimen de Siero "acorde a la gravedad de los hechos"

La acusación pide 20 años por asesinato y tenencia ilícita de armas y la defensa entre uno y cuatro por homicidio imprudente
Los Abogados Conversan A La Puerta De La Audiencia Provincial
Los Abogados Conversan A La Puerta De La Audiencia Provincial
EUROPA PRESS
Los Abogados Conversan A La Puerta De La Audiencia Provincial

La Fiscalía ha reclamado una condena "acorde a la gravedad de los hechos" para Adrián C.P., único acusado de asestar una puñalada mortal a un joven en un bar de Pola de Siero, en febrero de 2009, en el interior del bar Diamante, del que era propietario.

En el turno de fijación de posiciones del juicio con jurado popular que se ha celebrado esta semana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo, el representante del Ministerio Público ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales y ha pedido que el procesado sea condenado a quince años de prisión por un delito de homicidio, puesto que "no se trató de una actuación involuntaria", sino que el hostelero "sabía dónde apuñalaba y qué órganos podía alcanzar".

La acusación particular, que ejerce el abogado José Joaquín García en representación de la mujer y los padres del fallecido, ha solicitado que se le considere autor de dos delitos, de asesinato y de tenencia ilícita de armas, penados con 18 y 2 años de cárcel respectivamente.

De acuerdo al abogado, el modo de operar del acusado, caracterizado por "un ataque súbito" a la víctima, "sin intercambio de palabras ni riña previa", prueba que su ánimo "no era de lesionar, sino de matar".

Además, ha llamado la atención sobre la "total falta de credibilidad" en el relato de los hechos del acusado, en extremos como el supuesto puñetazo que recibió y la ausencia de un reconocimiento médico exhaustivo posterior a los hechos, que dos testigos, doctoras de Pola de Siero, sí dijeron haberle realizado en la sesión de ayer.

Asimismo, ha informado de que el acusado ya fue condenado en 2008 por un delito de tráfico de droga y que sobre él pesó una orden de alejamiento. Por último, ha recordado que la familia de la víctima no ha recibido en los dos años y medio transcurridos desde el crimen ningún tipo de indemnización, dada la insolvencia del acusado.

Lejos de estas posturas, el letrado Ricardo Álvarez Buylla ha acusado a los representantes de la Fiscalía y de la acusación de "intentar tergiversar la verdad" y "confundir al jurado". Así, de acuerdo a su relato de los hechos, la declaración de Adrián C.P. fue "la única coordinada, coherente y justa" de cuantas se escucharon en el juicio.

La defensa ha considerado probado que entre acusado y víctima hubo una pelea, en la que el primero también fue agredido, pese a no presentar secuelas. Bajo su punto de vista, al acusado no puede ser responsable de un delito de tenencia ilícita de armas puesto que la navaja no era de doble filo, ni de un asesinato porque no hubo alevosía.

El letrado ha insistido en que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia, penado con condenas de entre uno y cuatro años de internamiento en centro penitenciario. '

In dubio pro reo'

En su opinión, la vista no permitió acreditar que la acción del hostelero fuese encaminada a quitar la vida al cliente y sí que ambos cayeron al suelo en la disputa y volvieron a levantarse. Por último, ha reivindicado el derecho a la presunción de inocencia, por el que es la acusación quien debe probar la culpa, así como el principio legal por el que en caso de duda debe fallarse a favor del reo.

La última sesión de la vista, en la que prestó declaración por videoconferencia la última testigo, concluyó con una declaración de arrepentimiento del acusado a la familia del fallecido. "Les pido mi sincero pésame. En ningún momento quise matarle; estoy muy apenado", ha señalado.

Los once miembros del jurado se reunirán este viernes a partir de las 10.00 horas para llegar a un veredicto.

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