El acusado de matar a un joven en Pola de Siero dice que usó la navaja "para intimidarle, nunca para matarle"

La defensa pide que se le condene a entre uno y cuatro años de cárcel por un homicidio imprudente
Dos Abogados En La Audiencia Provincial
Dos Abogados En La Audiencia Provincial
EUROPA PRESS
Dos Abogados En La Audiencia Provincial

Adrián C.P., el único acusado de acabar con la vida de un joven de 30 años en un bar de Pola de Siero, en 2009, ha reconocido este lunes su culpablidad, si bien ha precisado que usó una navaja para intimidar a la víctima y nunca para matarle. "Yo se que soy culpable, pero en ningún momento quise acabar con la vida de nadie. Júzguenme como quieran; No sabía lo que hacer", ha señalado en su declaración en la primera sesión del juicio con jurado popular que se celebra esta semana en la Audiencia Provincial de Oviedo.

El hombre, para quien solicitan penas de entre 15 y 18 años de cárcel, ha relatado que el 8 de febrero de 2009 llegó a su bar de Pola de Siero acompañado de su novia y sorprendió a la víctima con unos amigos consumiendo cocaína en el baño. Tras llamarles la atención, el acusado vertió la droga en la barra, para seguir consumiendo.

Siempre según su testimonio, la víctima le propinó un puñetazo que le derribó a una distancia de dos metros, por lo que se fue a la barra, cogió una navaja que usaba "para cortar los limones" y se inició un forcejeo en el que supuestamente el segundo resultó herido.

Tras la pelea, ha relatado que abandonó el bar, arrojó el arma a una alcantarilla y se dirigió a su domicilio, ubicado a pocos metros, donde se cambió el chándal por unos vaqueros. Posteriormente, volvió a salir a la calle para que alguien le contara lo que había ocurrido y fue detenido en un local de ocio nocturno, en las proximidades de su establecimiento.

A preguntas del fiscal, ha explicado que nunca imaginó haberle matado y que ni siquiera se dio cuenta de haberle clavado la navaja. "¿Cómo voy a querer acabar con la vida de una persona si vivo de mi clientela", ha dicho. "La Policía me detuvo por homicidio y no les creía", ha añadido.

Además, interrogado por su abogado defensor, Ricardo Álvarez-Buylla, ha indicado que la víctima "estaba eufórica" y "no regía" y se ha mostrado convencido de que si hubieran podido hablar "no habría pasado nada". Por todo ello, su letrado ha defendido que el acusado es responsable de un homicidio "por imprudencia", que lleva aparejadas penas que oscilan entre uno y cuatro años de cárcel.

En la vista han declarado además diversos políicías, que han puesto de manifiesto que en el domicilio del acusado se intervinieron una chaqueta de chándal, un pantalón, una camisa, unos playeros y una bolsa de plástico con salpicaduras de sangre.

Asimismo, los agentes han apuntado que la novia del acusado y propietario del bar, una joven de nacionalidad brasileña, fue detenida la noche del crimen, con heridas en las manos, por carecer de documentación y no como víctima de violencia de género, como había sugerido la acusación particular, ejercida por el penalista José Joaquín García.

Los hechos

Según el relato de los hechos del Ministerio Público, sobre la 1.30 horas del 8 de febrero de 2009 agresor y víctima discutieron en el interior el bar El Diamante, regentado por el acusado. En un momento dado, el agresor sacó una navaja de 16,5 centímetros de filo y otros 21 de mango y le apuñaló en el tórax, "clavándole la navaja hasta la empuñadura y alcanzándole el corazón". Con ello le ocasionó una herida incido punzante en la cara anterior derecha del tórax que le produjo la muerte.

Además de la pena de cárcel, el acusado, con antecedentes por tráfico de drogas, deberá indemnizar en 120.000 euros a la mujer del fallecido, en 100.000 a su hijo y en 20.000 euros a cada uno de los padres, más los correspondientes intereses.

El juicio contra el hostelero continuará los días 28 y 29 en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento