El exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, sentenciado a 10 años de cárcel, ha transmitido en una carta, leída este sábado en Bilbao al término de una manifestación en protesta por esta condena, que la paz llegará de manos de quienes reivindican "el derecho a ser Estado del pueblo vasco".

La manifestación que ha recorrido la tarde de este sábado las calles de la capital vizcaína estaba convocada para denunciar las condenas impuestas por la Audiencia Nacional a Otegi y a otros cuatro miembros de la izquierda abertzale, acusados de pertenencia a ETA. Alrededor de 19.300 personas han asistido a la marcha, según el cómputo efectuado por la empresa Lynce para la Agencia EFE.

Han promovido el acto las fuerzas políticas de la coalición Bildu (Eusko Alkartasuna, la izquierda abertzale y Alternatiba), además de Aralar, sindicatos nacionalistas y otras organizaciones como Lokarri, cuyos principales dirigentes han asistido a la manifestación.

Ha abierto la marcha una pancarta con el lema "Epaiketarik ez. Zigorrik ez. Aterabide demokratikoak orain!" ("No más juicios. No más condenas. Salidas democráticas ahora!"), portada por miembros de las organizaciones convocantes.

La protesta, que ha partido minutos antes de las 17.30 horas de la calle Autonomía, junto a la plaza de La Casilla, se ha convertido en una reivindicación casi constante a favor de los presos de ETA.

"Euskal presoak, etxera" y "Presoak kalera, amnistía osoa" ('Presos vascos, a casa' y 'Presos a la calle, amnistía total') han sido, con diferencia, las consignas más coreadas por los manifestantes, miles de personas, que también han gritado en favor de la "independencia".

En las primeras filas de la marcha han caminado los dirigentes de las organizaciones impulsoras del acto, entre los que había una nutrida representación de la izquierda abertzale: Rufi Etxeberria, Iñigo Iruin, Tasio Erkizia, Jone Goirizelaia y Txelui Moreno, junto al diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano; la secretaria general del sindicato LAB, Ainhoa Etxaide; y el antiguo dirigente de ETA Eugenio Etxebeste, "Antxon".

El secretario general de EA, Pello Urizar, y el dirigente de este partido Rafa Larreina; el portavoz de Alternatiba, Oscar Matute; y los dirigentes de Aralar Rebeca Ubera e Iñaki Aldekoa han sido otros de los asistentes al acto.

Al paso de la manifestación, muchas personas situadas en las aceras de la calle Autonomía iban sumándose a la marcha, que ha sido vigilada (unos metros por delante, con tres furgonetas) por la Ertzaintza. Tras recorrer posteriormente las calles Hurtado de Amézaga y Buenos Aires, la cabeza de la manifestación ha llegado sobre las 18.15 horas junto al Ayuntamiento de Bilbao.

Allí, la miembro de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu ha leído una carta de Arnaldo Otegi en la que el exportavoz de Batasuna ha calificado de "dura" la condena que le ha impuesto la Audiencia Nacional.

Según Otegi, "existen poderosas fuerzas instaladas en los diferentes ámbitos del Estado que manejan una agenda con un único objetivo: impedir la paz en Euskal Herria".

Otegi ha expresado en su misiva que "la paz no vendrá a Euskal Herria de la mano del inexistente Estado de Derecho español, sino de quienes reivindican el derecho a ser Estado del pueblo vasco".

Después, Marijo Romero, del sindicato LAB, y Egoitz Askasibar, de la plataforma a favor de las selecciones deportivas vascas Esait, han leído, en castellano y euskera respectivamente, un comunicado de los convocantes en el que han subrayado que la manifestación pretendía denunciar la sentencia del caso Bateragune y "decirle al Estado: ya basta de juicios y condenas políticas".

Arnaldo Otegi y el exsecretario general del sindicato LAB Rafa Díez han sido condenados a diez años de prisión, y Miren Zabaleta, Sonia Jacinto y Arkaitz Rodríguez a ocho años, por pertenencia a ETA, al estimar la Audiencia Nacional que siguieron órdenes de la banda para continuar utilizando a la izquierda abertzale "como su brazo político" en la estrategia de acumulación de fuerzas soberanistas.

Los impulsores de la manifestación han considerado que esta sentencia significa "un ataque a la sociedad vasca" y han dicho que supone "una flagrante vulneración de los derechos más fundamentales", por considerar que los cinco condenados están en la cárcel "por desarrollar una labor política".

Para los convocantes, la sentencia "supone un anacronismo en el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria" y es una decisión "totalmente opuesta a la voluntad mayoritaria de los vascos", que, según han subrayado, "exigen soluciones democráticas".

Han "saludado" la decisión de los presos de ETA de adherirse al Acuerdo de Gernika y han opinado que, de esta forma, estos reclusos "expresan de forma nítida su compromiso con las soluciones democráticas.