El director científico de la empresa de biotecnología Biópolis S.L Daniel Ramón Vidal ha declarado este viernes que "somos totalmente dependientes de los alimentos transgénicos". Según el investigador, la población mundial se ha duplicado y el espacio libre para cultivar es escaso, con lo que son necesarios los cultivos transgénicos para que el espacio disponible rinda mejor. "Hay millones de personas muriendo de hambre en el mundo y hay que buscar soluciones para dar de comer a todos con el menor impacto ambiental posible". Vidal ha participado este viernes en el curso organizado por la sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Sevilla 'Alimentación y salud. Alimentos funcionales'.

En declaraciones a los periodistas, el experto ha asegurado que "todo lo que comemos hoy día pasa por la mano del hombre". Según el investigador, "el debate sobre la aplicación de la ingeniería genética y sus posibles riesgos debería ser técnico, pero se ha convertido en un debate ideológico". Vidal señala que "llevamos diez años usando transgénicos y no hay ni un caso en contra de ellos". Para él, el verdadero problema es económico. "En la década de los 80 Europa era líder mundial en transgénesis, y hoy en día no es ya líder en ningún sector de la bioalimentaria. Eso implica que Europa ya no es exportador de conocimiento transgénico, sino importador, y de eso es de lo que trata de defenderse".

En este sentido, el investigador achaca la mala publicidad de los transgénicos a que "en Europa tenemos la barriga llena y las cosas se ven de otra forma". Además, Daniel Ramón Vidal cree que no hay ninguna formación en biotecnología en secundaria. Esto, unido a la negatividad que según el experto trasmiten los medios de comunicación sobre el tema contribuye también a la imagen que se tiene de los transgénicos.

Según el experto, hay en el mundo 800 millones de personas que se alimentan de sólo de arroz, "lo que se traduce en más de 1*5 millones de muertos al año". El experto asegura que esto se podría solucionar reemplazando una de las carencias del arroz, la vitamina A, con pastillas que contengan ese componente. "Todavía no se ha conseguido que esas pastillas lleguen, y por ahora la única solución para evitar esas muertes es cultivar un arroz que contenga betacaroteno, el precursor de la vitamina en cuestión". Según el experto, esto ya se ha hecho, nunca se ha escrito sobre ello, y además ha sido machado por multitud de asociaciones medioambientales.

A pesar de todo, Vidal insiste en que los transgénicos "no son la solución al hambre en el mundo". Para él, lo primero que se debe llevar a cabo son medidas sociales y políticas, porque todas las zonas donde se sufren hambrunas "son lugares donde se padece de una gran corrupción y donde la democracia es nula".