Granado afirma que el 20-N no afectará a las decisiones de pensiones y confirma la revalorización de las mínimas en 2012

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha señalado este viernes en Gijón que los pensionistas pueden estar tranquilos sobre que las elecciones generales del próximo 20 de noviembre no van a suponer "ninguna interrupción" para que la Seguridad Social tome las decisiones que deban adoptarse de cara a las prestaciones de 2012, como lo demuestra que está previsto ya el pago del complemento de revalorización de las pensiones a uno de cada dos jubilados.
Octavio Granado
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EUROPA PRESS
Octavio Granado

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha señalado este viernes en Gijón que los pensionistas pueden estar tranquilos sobre que las elecciones generales del próximo 20 de noviembre no van a suponer "ninguna interrupción" para que la Seguridad Social tome las decisiones que deban adoptarse de cara a las prestaciones de 2012, como lo demuestra que está previsto ya el pago del complemento de revalorización de las pensiones a uno de cada dos jubilados.

Granado, durante la visita al nuevo edificio de la Seguridad Social en Gijón, ha explicado que está ya previsto que en enero de 2012 aquellas personas que cobren pensiones mínimas, no contributivas o del antiguo seguro obligatorio de vejez e invalidez que no se complemente con otros reciban un complemento correspondiente a la desviación resultante entre la previsión del uno por ciento y la inflación a fecha de 30 de noviembre.

Esto beneficiará, según él, a uno de cada dos pensionistas, lo que se traduce en unos cuatro millones de personas. Asimismo, ha insistido en que en el Consejo General de la Seguridad Social reunido este jueves se indicó que estarían en condiciones de tener toda la documentación precisa para que el nuevo Gobierno pueda tomar decisiones respecto a las pensiones.

Asimismo, ha insistido en que desde que la Seguridad Social solo paga pensiones a sus cotizantes, se está en superávit. A esto añadido que la situación presente es "muy aceptable" y mucho mejor incluso que la del conjunto de las Administraciones Públicas o el Estado.

Y aunque ha aludido a los 66.000 millones de euros que hay en la caja de la Seguridad Social que ascenderán, según él, a 67.000 millones a final de año, ha advertido que "hay que hacer reformas". En este punto, ha precisado que aunque aparecía en los medios de comunicación que una comunidad autónoma había anunciado que no iba a pedir aplazamientos para pagar a la Seguridad Social, desde la misma se les ha informado que lo aparecido en la prensa "no se corresponde con la realidad".

Granado ha agradecido a los nuevos cotizantes que tengan confianza en que cuando llegue el día podrán cobrar sus pensiones, así como los que ya pertenecen al sistema de la Seguridad Social. Ha apostado por la necesidad de dar esa idea de seguridad a los actuales cotizantes de que van a llegar a ser pensionistas.

Una idea que, a su juicio, tratan de trasladar a las nuevas oficinas que están implantando en España previstas para que duren unos 50 años, con edificios "cómodos, accesibles, transparentes y austeros", hasta el punto que no hay en ninguno placas que reflejen inauguraciones, y por los que pasan una media de 400 personas en los días de mayor afluencia.

Asimismo, ha destacado que la nueva sede gijonesa obedece a un proyecto ambicioso de remodelación de oficinas iniciado hace siete años en toda España, en el que se unen la Tesorería cono el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Además de Gijón, ha dicho que la semana próxima prevén adjudicar un nuevo centro de atención e Información de la Seguridad Social en Pola de Lena y está en redacción de proyecto la oficina integral en Avilés.

Ha incidido en que la Seguridad Social es una tarea colectiva y no de personas y ha defendido un sistema con superávit y en mejor situación que el de otros países más prósperos en estos momentos. A esto ha unido el Pacto de Toledo, que es quien marca la Hoja de Ruta.

Granado ha estado acompañado, entre otros, por el director de la Tesorería General en Asturias, Alfredo Cerezo, quien ha recordado que el nuevo edificio, cuyo proyecto se licitó en 2002, fue una obra "costosa, con problemas y delicada" y ha destacado el concepto de integración de los servicios de Tesorería e INSS, con ventajas para ciudadanos y profesionales.

"Es un lujo para Gijón que estén integrados ambos servicios", ha dicho. Asimismo, ha explicado que se trata de un edificio de siete plantas, de las que el INSS ocupa la baja y primera y el resto la Tesorería. En total son 3.160 metros cuadrados.

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