Castilla-La Mancha registrará durante el otoño una climatología "normal" con una temperatura media de unos 15,5 grados, después de haber atravesado un verano "muy cálido" con una temperatura de 1,3 grados centígrados por encima de la media en este periodo.

Así lo ha señalado en rueda de prensa la delegada territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Castilla-La Mancha, Delfina Gil Fernández, que ha asegurado además que a partir de la última semana de septiembre y la primera de octubre comenzarán a descender las temperaturas y entrarán frentes tormentosos, inicialmente por la zona norte de Guadalajara.

Gil ha explicado que este verano ha comenzado con temperaturas suaves durante junio, con un ascenso de la temperatura durante los meses posteriores, siendo la jornada más cálida el día 20 de agosto, día en que se registraron 44 grados en Almadén (Ciudad Real) y 39,9 grados en Toledo.

En cuanto a las precipitaciones, la delegada territorial de AEMET ha explicado que, además de que el trimestre de verano es un periodo en el que se registran pocas lluvias, los meses de junio, julio y agosto de este 2011 han sido "secos o muy secos", registrándose menos precipitaciones de la media realizada entre los años 1971 a 2000.

En este sentido, ha explicado que el espacio que ha registrado más lluvias ha sido la parte este de la región, concretamente en la zona sur de Toledo y la zona norte de Ciudad Real, en las que hubo importantes precipitaciones de granizo.