Arnaldo Otegi espera un paso de ETA para librarse de la prisión

  • El líder ‘abertzale’ confía en un comunicado de la banda que cumpla las expectativas del Gobierno.
  • ETA, por su parte, exige otros pasos | Otegi está en la cárcel desde 2009.
Arnaldo Otegi, en la Audiencia Nacional en enero de 2010.
Arnaldo Otegi, en la Audiencia Nacional en enero de 2010.
Ángel Díaz / Pool Reuters
Arnaldo Otegi, en la Audiencia Nacional en enero de 2010.

Otegi ya lo vaticinó antes del verano. "Si estos no dicen lo que tienen que decir…", llegó a comentar en prisión según informan fuentes de la lucha antiterrorista; sabía que su futuro pasaba por seguir en la cárcel de Logroño. El viernes se cumplieron sus augurios. La Audiencia Nacional le acaba de condenar a 10 años de cárcel por el 'caso Bateragune', la reconstrucción de la ilegalizada Batasuna. "Soy un rehén político de Rubalcaba", repite entre rejas.

Otegi espera aún un paso de ETA que no se ha producido. En eso se ha convertido el proceso, sin ponerle apellidos, en una ‘guerra de pasos’ (no hay que olvidar que el Congreso aún no ha revocado la autorización que dio al Gobierno para negociar con ETA). Por una parte, el Gobierno espera un nuevo comunicado etarra, más claro y contundente, que anuncie el abandono definitivo de la lucha armada, aunque la banda no hable de entrega de armas ni de disolución. O eso, o un comunicado de la izquierda abertzale que deje claro que se separa de ETA y que exige su abandono de la violencia.

Por otra parte, ETA, que ya ha comunicado "que el adelanto electoral marcado por los mercados ha trastocado el calendario de pasos fijado2, señalan fuentes de la lucha antiterrorista. La banda también espera a su vez otros pasos: La derogación de la doctrina Parot para que salgan de prisión los etarras que hayan cumplido tres cuartas partes de la condena; la salida de prisión también de los presos muy enfermos; y que se negocie la vuelta de los refugiados.

Ninguno de los múltiples caminos se ha recorrido. La consecuencia: la condena a Otegi, que él ya preveía. Las amenazas veladas a ETA continúan mientras siga sin dar ningún paso. El fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, apostó la semana pasada por la no legalización de Sortu si se mantiene "la terca y desafiante sombra de ETA". Se espera por tanto el comunicado de la banda en la primera quincena de noviembre, fecha en la que el Tribunal Constitucional podría decidir sobre su legalización.

Punto de inflexión

De momento, las dos partes saben que la condena a Otegi, Díaz-Usabiaga y Miren Zabaleta (la hija del líder de Aralar) supone un tremendo punto de inflexión que puede complicarlo todo. La izquierda abertzale tendrá que hablar en breve. Que lo haga ETA parece más complicado. Mientras tanto, a Otegi y a los demás aún les queda una baza: recurrirán la condena al Supremo.

Mientras, las reacciones políticas se han seguido produciendo. El lehendakari Patxi López insistió en que acataba la decisión judicial y evitó hacer más declaraciones: "No podemos confundir los papeles y hacer que aparezca como víctima quien no lo es y hacerle la campaña a quien no merece", opinó. Por otro lado, los mediadores internacionales liderados por Brian Currin se reunirán esta semana para analizar el alto el fuego de ETA.

Otegi fue detenido en octubre de 2009 junto a otros dirigentes abertzales acusados de intentar reconstituir Batasuna. Está en prisión desde entonces. Ahora le han condenado a 10 años de cárcel por este caso (Bataragune), su cuarta condena desde 1989. Otegi será juzgado de nuevo este otoño por el caso de las 'herriko tabernas'. Toda la cúpula abertzale está procesada. La única ventaja que tiene Otegi es que si es condenado por un caso no puede ser condenado en el otro, porque en ambos está acusado del mismo delito: pertenencia a banda terrorista.

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