Guerra de tarifas entre las compañías de taxis

Una nueva práctica ilícita ofrece descuentos en los viajes al aeropuerto. El IMET investiga el caso y los sindicatos critican su pasividad.
Un taxista ajusta su taxímetro mientras otros compañeros esperan para recoger clientes.
Un taxista ajusta su taxímetro mientras otros compañeros esperan para recoger clientes.
Hugo Fernández
Un taxista ajusta su taxímetro mientras otros compañeros esperan para recoger clientes.

«Si usted viaja al aeropuerto con nuestra compañía, tendrá un descuento del 10% en el importe total». Así reza uno de los bonos repartidos por una empresa de taxis en Barcelona.

Una práctica ilegal que ha alarmado a los sindicatos y que está siendo investigada por el Institut Metropolità del Taxi (IMET). El aeropuerto o los largos trayectos son la parte más apetecible de la tarta que quieren repartirse las compañías que utilizan señuelos de

descuentos ilegales. «Saben quienes son y no están haciendo nada», critica Miquel Tomàs, presidente del Sindicato del Taxi de Catalunya (

«Es igual de ilegal que ofrecer bonificaciones por los servicios», asegura José María Soto del independiente GTI.

«Tan delito es cobrar de más como ofrecer descuentos», aventura Miquel Àngel Martín López, gerent de l’IMET. Aún así, admite que el vigente

reglamento del taxi en el área metropolitana «no especifica esta fórmula».

«Lo entendemos como competencia desleal», dice el responsable de la administración, ya que debe cumplirse siempre el reglamento tarifario, por lo que la investigación abierta abordará esta nueva modalidad alegal.

Por el momento, el IMET abre expediente a la empresa que oferta el servicio y estudia posibles sanciones.

Dos licencias a subasta

«No estamos con los brazos cruzados», responde Miguel Ángel Martín, gerente del IMETPrueba de ello es

la investigación sobre el pago de nueve euros de comisión a recepcionistas de hotel por pactar el uso de una compañía de taxi, que ha desembocado en expedientes disciplinarios. Aunque los expedientes están en proceso,
las multas «de más de 1.000 euros» siguen el trámite de cobro ejecutivo.

No obstante, si un reincidente no paga la sanción «se intenta no retirar la licencia sino subastarla» como ha sido el caso de dos taxistas.

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