42 alumnos con discapacidad audiovisual de La Rioja vuelven "al cole"

El 98 por ciento del alumnado estudia en centros educativos ordinarios, lo que impulsa la integración entre todos los estudiantes
ED. Madrid (C. A. Madrid). 20/10/10.-Reportaje Educación Con Alumnos Del Centro
ED. Madrid (C. A. Madrid). 20/10/10.-Reportaje Educación Con Alumnos Del Centro
JAVIER REGUEROS
ED. Madrid (C. A. Madrid). 20/10/10.-Reportaje Educación Con Alumnos Del Centro

Los más de 7.400 alumnos y alumnas con ceguera o discapacidad visual grave de todo el estado afrontan en estos días la vuelta a la actividad escolar y académica con el apoyo de la ONCE. Más del 98 por ciento de los estudiantes lo harán integrados en centros de enseñanza ordinarios. En La Rioja son 42 los estudiantes que se incorporan a las aulas.

La inclusión de los niños y niñas con discapacidad visual en un ámbito educativo normalizado responde a la tendencia generalizada de crear un único sistema donde se integren todos, prevaleciendo siempre el derecho de cualquier alumno a recibir una atención educativa equitativa y de calidad, y respetando las necesidades específicas de cada uno de ellos.

Para ello, los profesionales que componen los 33 equipos específicos de Apoyo educativo de la ONCE, uno de ellos en La Rioja (constituido por 10 profesionales), trabajan intensamente para planificar el conjunto de intervenciones que van a llevar a cabo durante todo el curso escolar con el fin de facilitar a estos alumnos y sus profesores su aprendizaje. Este trabajo se desarrolla en consonancia con las Administraciones públicas responsables de la Educación en sus ámbitos de actuación.

En todo el territorio español, un total de 7.403 alumnos con discapacidad visual grave reciben esta atención educativa, de los cuales 7.295 están escolarizados en educación integrada en centros ordinarios (98,5 por ciento) y 108 (1,5 por ciento) en los Centros Escolares de la Organización, que dan cobertura a todo el territorio del Estado.

Los 42 alumnos atendidos por la ONCE en la Rioja, abarcan las diferentes etapas educativas: Educación Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato, Transición a la vida adulta, Educación Especial, CPCI (Auxiliar Administrativo), Grado Medio Formativo, Universidad y estudios no reglados, sin olvidar la atención que se presta a un total de 10 alumnos que son atendidos en Centros de Educación Especial.

Para cada nuevo curso, los servicios de producción bibliográfica de la ONCE trabajan intensamente, especialmente en la etapa estival, con los nuevos libros, para que, en la vuelta al cole, los niños y jóvenes con ceguera o discapacidad visual grave puedan llevar sus mochilas el primer día de clase con los mismos libros, pero en braille, y con la misma ilusión que sus compañeros, así como toda la documentación e información que requieran en formato accesible.

Un plan individualizado de atención para cada alumno

Los 33 equipos específicos de Atención Educativa al alumnado con discapacidad visual se encuentran repartidos por los diferentes centros que la ONCE tiene por todo el Estado, de forma que se garantice la cobertura de los estudiantes en todas las etapas educativas. A su vez, estos Equipos dependen estructuralmente de alguno de los cinco Centros de Recursos Educativos de la Organización, ubicados en Sevilla, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Alicante.

Los Equipos Específicos forman parte de los recursos que la ONCE y las Administraciones Educativas de las Comunidades Autónomas establecen en los convenios de colaboración para la atención a personas con ceguera o discapacidad visual grave. Están formados por distintos profesionales, expertos en distintas áreas de intervención: maestro, técnico de rehabilitación, psicólogo, pedagogo, trabajador social, instructor tiflotécnico, etc.

Para cada alumno o alumna con discapacidad visual se elabora un Plan Individualizado de Atención, según sus necesidades, y se le asigna un maestro o maestra itinerante encargado, entre otras funciones de asesorar al centro y al profesorado de aula, asesorar y orientar a las familias y realizar un trabajo directo con el alumno.

Dicho trabajo directo abarca todas aquellos aspectos que puedan favorecer y potenciar la plena inclusión educativa de la persona: estimulación visual; autonomía personal, orientación y movilidad; enseñanza de un sistema de lectoescritura (braille o tinta); aprendizaje del uso de la tiflotecnología (tecnología adaptada); orientación académica y profesional; ocio y tiempo libre; currículo escolar; adaptación de recursos educativos; tecnologías de la información y la comunicación, etc.

Tecnología en la educación para todos

En los últimos años, con el avance de las tecnologías de la información y la comunicación en las aulas, es necesaria la dotación de recursos, el asesoramiento y orientación al alumnado y al profesorado y la adaptación de las herramientas de acceso.

El proyecto impulsado por el gobierno Escuela 2.0 supone un gran reto para el alumnado con discapacidad visual, ya que necesita que los equipos que maneje en el aula sean completamente accesibles, así como los contenidos curriculares y los recursos didácticos que se utilicen.

Para la ONCE, éste es uno de los temas prioritarios en materia educativa, puesto que si en el proceso de digitalización de las aulas no se tiene en cuenta la accesibilidad, los más de 7.400 alumnos que están integrados en una educación normalizada se verán abocados a una exclusión educativa.

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