Los trabajadores de los autobuses urbanos de Jerez de la Frontera (Cádiz) han abandonado este sábado a las 8,30 horas el encierro que mantenían desde el pasado miércoles en el convento de San Francisco "para no molestar a la comunidad religiosa", y desde ahora esperan "prudentes" el cobro de sus nóminas atrasadas después de que el Ayuntamiento jerezano haya ingresado 1,5 millones de euros a la concesionaria Urbanos Amarillos.

Según ha indicado a Europa Press el portavoz del comité de empresa, Ángel Morales, la plantilla no tiene información "oficial" del libramiento de una partida de 1,5 millones por parte del Gobierno local (PP) para pagar a la concesionaria municipal una parte de los pagos pendientes, ya que asegura que se han enterado de la noticia "por la prensa".

No obstante, Morales ha manifestado que el anuncio realizado por la alcaldesa, María José García-Pelayo, les ha transmitido "esperanza pero con prudencia" puesto que ha recordado que hace una semana ya hubo un preacuerdo entre Ayuntamiento y empresa, si bien "parecía todo hecho y seguimos en las mismas".

En este sentido, el representante del comité de empresa ha asegurado que no estarán "tranquilos" hasta que no vean el montante de los salarios pendientes desde agosto "ingresado" en sus cuentas bancarias.

Cabe recordad que hasta el momento, Urbanos Amarillos tiene pendiente con los trabajadores el pago de las nóminas de junio, julio, la paga extra de verano y agosto, a lo que hay que los más de 4.000 euros que adeuda la anterior concesionaria a cada empleado.

Por ello, tras el paréntesis del fin de semana —dado que el servicio se normaliza los fines de semanas-ha indicado que el lunes reanudarán la huelga con los servicios mínimos y volverán a reunirse para barajar "otras protestas" paralelas a los paros a la espera también de que "haya novedad" a lo largo de la mañana.