La presidenta regional de Nuevas Generaciones, Cristina Molina, y su homólogo en la provincia de Ciudad Real, Carlos Gutiérrez, han pedido a los dirigentes de Juventudes Socialistas que "den un paso al frente" y que "no se callen" para no convertirse en cómplices de las prácticas económicas "aberrantes" del expresidente de la región, José María Barreda, "que ha dejado una deuda de más de 6.000 millones de euros".

Así se han pronunciado en Ciudad Real ambos dirigentes políticos este sábado durante una rueda de prensa en la que han criticado que representantes de Juventudes Socialistas de Ciudad Real se hubieran manifestado por la mañana ante la delegación provincial de la Junta de Comunidades para mostrar su rechazo a las medidas incluidas en el Plan de Garantías de los Servicios Básicos de Castilla-La Mancha presentado por la presidenta regional, María Dolores de Cospedal.

"No sé si JJSS han perdido el norte del todo o lo están perdiendo poco a poco como sus mayores del PSOE, porque protestan ahora, pero no fue Cospedal quien dejó la región con más de 6.000 millones de deudas y en la más absoluta bancarrota, sino que es quien está tomando medidas para solucionar esta situación y ofrecer a los castellanomanchegos una región mejor: con menos paro, sin esa deuda y con los servicios sociales garantizados", ha indicado Gutiérrez.

Por su parte, Molina ha subrayado el hecho de que Castilla-La Mancha haya sido la región del país en la que más ha crecido la deuda "como consecuencia de la incompetencia de un partido que no ha sabido gestionar y que, de haber seguido gobernando, habría llevado a la sanidad, la educación y los servicios sociales a la quiebra en 2014".