Ibercaja designa el consejo de administración de su filial bancaria

((Esta noticia sustituye a la anterior sobre el mismo tema por error en un cargo que se localiza en el párrafo tercero y que ha quedado subsanado))
La sede central de Ibercaja en Zaragoza
La sede central de Ibercaja en Zaragoza
EUROPA PRESS
La sede central de Ibercaja en Zaragoza

El Consejo de Administración de Ibercaja ha designado, en el transcurso de la sesión ordinaria celebrada esta jueves en su sede central, a los miembros del Consejo de Administración de su filial bancaria, Ibercaja Banco, que estará presidido por el presidente de Ibercaja, Amado Franco Lahoz, y tendrá como consejero delegado al director general de la entidad, José Luis Aguirre Loaso.

El nuevo órgano tendrá cinco vocales más, tres de ellos pertenecen al Consejo de Administración de Ibercaja: los dos vicepresidentes, Alberto Palacio Aylagas y Eugenio Nadal Reimat, y del secretario del Consejo, Jesús Bueno Arrese.

A ellos se suman dos independientes de gran prestigio en el ámbito financiero: el ex presidente de Price Waterhouse Coopers España y miembro del Consejo asesor de PWC Europa, Miguel Fernández de Pinedo, y el ex presidente de Ibercaja, la CECA y de Endesa, y socio y presidente de Baker & McKenzie España, Manuel Pizarro Moreno.

Asimismo, forma parte del Consejo, como secretario no consejero el director general adjunto y secretario general de Ibercaja, Jesús Barreiro Sanz.

Con esta decisión se da continuidad a la decisión tomada por la Asamblea General Extraordinaria del pasado 26 de julio, en la que se acordó crear una filial bancaria, Ibercaja Banco, SA, y el traspaso de la actividad financiera a esta nueva figura.

Tras la decisión de este jueves, y una vez se superen los trámites administrativos y regulatorios pertinentes, se constituirá formalmente el nuevo Consejo, a partir de la cual la nueva filial empezará a desarrollar indirectamente la actividad de la Caja. Se espera que este proceso se ponga en marcha en el próximo mes de octubre.

Preservar fortalezas

La histórica decisión de crear una filial bancaria ha sido adoptada por la Caja como "la palanca para preservar sus fortalezas, enriquecer su compromiso con la sociedad y cumplir los fines financieros y sociales para los que fue creada", según ha informado Ibercaja.

De hecho, en este proceso, la Caja ha reiterado su decisión de mantener su identidad corporativa y filosofía como Caja de Ahorros. No tiene previsto salir a bolsa y será accionista del cien por cien de la nueva sociedad, cuyos dividendos revertirán en la Obra social, una de las señas de identidad de la Caja.

La creación de la filial bancaria, impulsada tras analizar los cambios producidos en el sistema financiero español, permitirá a la Caja disponer de los instrumentos necesarios para seguir creciendo y mantener su posición de entidad de referencia en el sistema financiero español, en el que, pese al entorno, ha destacado por su solvencia y calidad de gestión.

Con el nuevo camino emprendido, Ibercaja mejorará la accesibilidad a los mercados y, en consecuencia, le permitirá aprovechar las oportunidades de crecimiento que se pudieran presentar. Esto es, por un lado facilita la colocación de emisiones y asegura los holgados ratios de liquidez que, pese a la crisis, han caracterizado a la Entidad.

Por otro lado, el nuevo camino la prepara para, si fuera preciso, obtener los fondos propios necesarios para acometer nuevos proyectos conservando los elevados niveles de solvencia que han sido reconocidos por el Banco de España en sus reiteradas pruebas.

Mejores condiciones

Asimismo, esta decisión permite "adaptarse en mejores condiciones a la nueva regulación internacional y nacional, que incrementa los requerimientos de capital y la calidad del mismo".

"Como se ha puesto de manifiesto en los últimos meses, pese a la actual coyuntura económica", Ibercaja ha asegurado que ha "fortalecido" su solvencia, alcanzando, a junio de 2011, "un capital principal del 10,66, uno de los más elevados del sector financiero español, y cumplido con holgura las exigencias de las dos ediciones de los stress test europeos y de las pruebas de resistencia efectuadas por el Banco de España".

También ha preservado la calidad del riesgo crediticio, con una tasa de mora casi un 40 por ciento inferior al promedio del sistema financiero, que "revela la prudencia con la que se gestionó en la fase del boom".

Asimismo, la entidad ha asegurado que salvaguarda "la posición de liquidez, con los vencimientos de deuda mayorista cubiertos hasta 2015. Y todo ello, sin apoyos públicos, lo que permite afrontar la creación de la filial bancaria como una herramienta, no como un fin en sí mismo: la filial es un medio, los fines son los de la Caja".

Segregación de activos y pasivos

La segregación de activos y pasivos bancarios desde Ibercaja a Ibercaja Banco SA se ha llevado a cabo partiendo del balance de la entidad a 31 de diciembre de 2010.

A esa fecha, Ibercaja registraba 44.988 millones de euros de activo; en el ejercicio gestionó un volumen de actividad de 82.089 millones de euros y obtuvo un beneficio de 104 millones.

Además, Ibercaja posee 1.076 oficinas en toda España y tiene 4.920 empleados; es líder en sus territorios tradicionales de Aragón, La Rioja y Guadalajara y es la tercera caja de Madrid, con 195 oficinas.

En el contexto de la crisis, Ibercaja ha destacado por su "capacidad para preservar sus fortalezas". En solvencia, posee "un 9,7 por ciento de core capital y un 10,23 por ciento de capital principal, lo que la sitúa entre las más elevadas del sector", según ha apuntado la entidad.

Respecto a la liquidez, Ibercaja dispone del 12,04 por ciento del activo y en morosidad, registra un ratio del 3,67 por ciento, cuando la media del sistema era, en la misma fecha, del 5,81 por ciento.

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