La carta fechada en 1936 y hallada en la iglesia de Lepe es "una broma" que gastaron miembros de un coro a otro

La carta fechada en 1936 y hallada por un grupo flamenco bajo una losa de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán en la localidad de Lepe (Huelva) el pasado viernes y que anunciaba que "había enterrado un tesoro" de la propiedad del escribiente en la misma iglesia y que provocó que este miércoles un albañil ante notario excavara en la zona para comprobarlo, ha resultado ser "una broma" que los miembros de un coro habitual en el templo lepero pretendían gastarle a los de otro coro.

La carta fechada en 1936 y hallada por un grupo flamenco bajo una losa de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán en la localidad de Lepe (Huelva) el pasado viernes y que anunciaba que "había enterrado un tesoro" de la propiedad del escribiente en la misma iglesia y que provocó que este miércoles un albañil ante notario excavara en la zona para comprobarlo, ha resultado ser "una broma" que los miembros de un coro habitual en el templo lepero pretendían gastarle a los de otro coro.

Así, según ha relatado a Europa Press el párroco de la iglesia, Feliciano Fernández, "hace tiempo, a los miembros de un coro se le ocurrió la idea de gastar una broma a los integrantes de otro coro para que encontraran la carta, pero éstos no lo descubrieron y a los otros se les olvidó retirar el papel de la losa".

El párroco ha señalado que este miércoles, tras "la expectación mediática" que se creó al respecto, estas personas que depositaron el escrito se personaron en la iglesia pidiendo disculpas por lo sucedido.

No obstante Feliciano Fernández ha lamentado "el daño que se le ha causado a la zona del coro al levantar las losas" para buscar el supuesto tesoro, ya que en la cuartilla hallada se expone textualmente: "Los rojos me persiguen, he escondido mi mejor tesoro 5 losas a la izquierda. Si muero espero caiga en buenas manos".

Ya este miércoles Feliciano Fernández sospechaba de que este hallazgo "podría ser una broma", ya que, a su juicio, "cómo va a aparecer un papel en una losa de la parte del coro, cuando esa zona, según cuenta el cura de la época, Fernando del Molino, en unos escritos, fue robada y destruida y hasta la gente se llevaba las losas".

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