La comunidad vecinal de San Tirso de Abres, Pueblo Ejemplar 2011

La comunidad vecinal de San Tirso de Abres, en el occidente de Asturias, ha sido elegida este lunes como Pueblo Ejemplar 2011, según ha informado el jurado encargado de elegir el galardón de esta edición de los Premios Príncipe de Asturias.

La comunidad vecinal de San Tirso de Abres, en el occidente de Asturias, ha sido elegida este lunes como Pueblo Ejemplar 2011, según ha informado el jurado encargado de elegir el galardón de esta edición de los Premios Príncipe de Asturias.

El jurado ha valorado su "compromiso histórico con la tradición y la cultura desde una situación de lejanía y marginalidad a la que ha sabido sobreponerse gracias al espíritu de superación y al esfuerzo de su comunidad vecinal, siempre activa, solidaria y abierta a la modernidad".

La comunidad vecinal de San Tirso de Abres está compuesta por los 600 habitantes del concejo, enclavado en el extremo más occidental de Asturias. Los habitantes de este municipio uniparroquial, cuya capital es El Llano, se han caracterizado históricamente por su hospitalidad, su sentimiento de solidaridad y su disposición al trabajo comunitario.

San Tirso de Abres ha acogido desde principios del siglo XX a trabajadores de otras zonas limítrofes, que llegaban al concejo para trabajar en el ferrocarril minero de Villaodrid a Ribadeo, activo hasta 1964 y que convirtió al enclave asturiano en sitio de paso de gente de pueblos vecinos. También ha sido lugar de afluencia de pescadores a los cotos de pesca del río Eo desde hace 80 años. La lejanía del centro de la región y la escasez de recursos durante distintas épocas han propiciado el carácter solidario de los habitantes de San Tirso de Abres y el abundante tejido asociativo que actualmente existe en el concejo.

Los santirseños han luchado siempre por mantener activo el pueblo y crecer en recursos. Así, durante la postguerra pugnaron por mantener escuelas rurales en todos los barrios del concejo y se construyeron un total de siete con las viviendas de maestros y maestras, la mayoría ubicadas en solares donados por los vecinos, que también aportaron mano de obra y materiales.

También se levantó de igual manera el edificio del Ayuntamiento, la casa rectoral y el primer centro médico, y las donaciones permitieron la construcción de tres puentes sobre el río Eo para dar acceso a la carretera general. Con la llegada de la democracia, los santirseños se movilizaron para retornar al pueblo al alumnado de enseñanza primaria que se tenía que desplazar a Vegadeo y para construir la Casa de Cultura.

La apertura de nuevas calles, un nuevo puente sobre el Eo, un polígono industrial, un polideportivo, un nuevo centro médico y la construcción de viviendas sociales son algunos de los logros más recientes de la comunidad vecinal de San Tirso de Abres.

Varias colectas han sido llevadas a cabo para realizar, a lo largo de los últimos 30 años, cinco obras de restauración de la iglesia parroquial. También han sido rehabilitadas las capillas de los barrios, en colaboración con el Ayuntamiento y las asociaciones de vecinos.

La Asociación Cultural 'San Tirso del Eo', creada en 1987, ha sido la pionera del movimiento asociativo del concejo y de ella dependen otros grupos sociales como el de teatro, el grupo de radioaficionados, el coro y el grupo de portadores de tradición oral.

Entre las actividades que desarrolla se encuentran la cabalgata de Reyes, el baile de carnaval, el Día Internacional de la Lengua Materna (21 de febrero), el Encontro de Portadores de Tradición Oral (puente de mayo), la Semana Cultural (tercera de agosto), la Festa da Malla do Trigo (tercer domingo de agosto), el Día de Asturias (8 de septiembre), el Magosto Popular (1 de noviembre) y la Esfolla do Maíz (puente de la Constitución).

El tejido asociativo también comprende las asociaciones 'San Salvador' de tercera edad, 'Renacer' de mujeres rurales, 'San Tirso de Abres' de turismo rural y las de vecinos de San Salvador, Santa Apolonia, San Juan y San Isidro.

Reconocimiento y visita

Este galardón está dotado con 25.000 euros y, tradicionalmente, es entregado durante la visita de SS.AA.RR. los Príncipes de Asturias a la localidad premiada.

El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias se ha constituido a lo largo de sus ediciones en una de las iniciativas de la Fundación de más amplia y mejor acogida dentro del Principado, al estar destinado a galardonar "al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, o también en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes".

El premio se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación, y tiene una naturaleza y carácter diferentes a los Premios Príncipe de Asturias. A lo largo del tiempo, este galardón -que cuenta con un Jurado propio- ha recaído tanto en grupos de población como en asociaciones y colectivos humanos.

La relación de premiados se inició con la aldea de San Esteban de Cuñaba, Peñamellera Baja (1990); y siguió con la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa (1991); los pueblos de Soto de Luiña y Novellana, Cudillero (1992); la Comunidad Vecinal de Grandas de Salime (1993); los Pastores de los Picos de Europa (1994); Puerto de Vega, Navia (1995); la Comunidad Vecinal de Nava (1996).

La Comunidad Vecinal de Castropol (1997); la parroquia de Xomezana y el Valle del Huerna (1998); la Comunidad Educativa y Vecinal de Ibias (1999); Tuña, Tineo (2000); el Valle y Parroquia de Paredes, Valdés (2001); la Hermandad de la Probe y Comunidad Vecinal de La Foz de Morcín (2002); Navelgas, Tineo (2003); Villar de Vildas, Somiedo (2004); Porrúa, Llanes (2005); la Comunidad Vecinal de Sariego (2006); la Sociedad "Humanitarios de San Martín" y el Pueblo de Moreda (2007); Torazu, Cabranes (2008); la Comunidad Vecinal de Sobrescobio (2009) y Llastres, Colunga (2010).

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