'La deuda', un telón de venganza, acero y mentiras

  • Helen Mirren es el principal reclamo de 'La deuda', ya en los cines.
  • La actriz británica encarna a una exespía israelí que, décadas después, vuelve a enfrentarse a la misión que cambió su vida.
Helen Mirren en 'La deuda'.
Helen Mirren en 'La deuda'.
Universal Pictures
Helen Mirren en 'La deuda'.

Tras la II Guerra Mundial, Berlín fue el sombrío escenario de toda una opereta de intereses contrapuestos: sobre las humeantes ruinas del funesto Tercer Reich se asistió a la división de Europa, la construcción de un avergonzante muro y el ir y venir de espías occidentales y comunistas. Y algo más: ocultos como ratas, criminales nazis llevaban anónimas y grises vidas sin pagar por sus horribles delitos.

La deuda nos presenta a uno de ellos, el ficticio Dieter Vogel, conocido por el sobrenombre de el cirujano de Birkenau. Ahora, y bajo el disfraz de un elegante y tranquilo ginecólogo, Vogel esquiva cada día el haber sido responsable de la muerte (tras horribles torturas) de miles de judíos. Pero estos, en cambio, no olvidan: el Mossad israelí le ha localizado y, para capturarle, ha enviado a tres de sus agentes.

Una misión vital

Eso fue en los años sesenta. En 1997, esos tres agentes son héroes: Rachel (Helen Mirren), Stephan (Tom Wilkinson) y David (Ciarán Hinds) no llevan a Vogel ante los tribunales, pero sí han de acabar con su vida. Las suyas quedaron unidas para siempre por esa misión en Berlín, por los peligros corridos, por la experiencia de enfrentarse al diablo y por el triángulo amoroso, con embarazo incluido, que se desarrolló entre los tres.

Amores imposibles, heroismos fraudulentos, cuentas pendientes... Todo eso está en La deuda, donde Hollywood reinterpreta la película israelí Ha-hov, estrenada en 2007. Para su salto a Hollywood, los productores contrataron a John Madden, cuyo mayor éxito fue Shakespeare in Love. Todos sabían que contaban con una atractiva historia, pero quedaba hallar un elenco de buenos actores que diera vida a los tres protagonistas en dos etapas distintas de su vida.

Sin duda, el más importante de todos era el de Rachel Singer, sobre quien recae el peso emocional de la trama. Para la Rachel joven se apostó por Jessica Chastain, desconocida hasta hace unos meses, pero convertida en uno de los rostros de moda tras ponerse a las órdenes de los prestigiosos Terrence Malick (en El árbol de la vida) o Al Pacino (Wilde Salome). Pero la apuesta fue todavía mayor con la Rachel madura, a la que da vida Helen Mirren, una de las grandes actrices actuales por películas como La reina. El director, desde luego, quedó satisfecho de su colaboración: "Fue una experiencia fantástica", afirma. "Helen está en la cúspide, le gustan los papeles difíciles y no tiene miedo a nada".

Para los hombres de la película, algún que otro nombre popular. Por ejemplo, Sam Worthington (Avatar) encarna al atormentado David juvenil, que en su edad madura es encarnado por Ciarán Hinds (El peso del agua y Camino a la perdición). Marton Csokas (Alicia en el país de las maravillas) y Tom Wilkinson (En la habitación) se meten en la piel de Stephan mientras que para el diabólico Vogel el elegido fue Jesper Christensen (al que veremos en Melancholia).

Bien acogida por la crítica de EE UU

A aquellos a los que les gustó Múnich, de Steven Spielberg, les gustará probablemente La deuda: eso sugiere Entertainment Weekly, una de las muchas publicaciones estadounidenses que alaba la película protagonizada por Helen Mirren. Los Angeles Times la define como "un soberbio thriller de espionaje, lleno de peligros corporales y cerebrales", mientras que USA Today considera que "por su tensa acción y profundas revelaciones vale la pena pagar por verla".

Los otros estrenos del fin de semana

Noche de miedo: Hormonas y crucifijos. Mézclense tramas adolescentes (quién se ha enrollado con quién, cuál es el chico más popular del instituto) con las constantes del celuloide vampírico (colmillos, crucifijos y aguas benditas), pásese todo por el filtro del 3D y súmesele un guapo actor (en este caso, Colin Farrell) y el resultado es Noche de miedo, actualización del homónimo título dirigido por Tom Holland en 1985 que se estrena este jueves.

La acción nos traslada a un pueblo cercano a Las Vegas, donde al joven Charley Brewster (Anton Yelchin, visto en El castor) empiezan a irle bien las cosas. Además de tener de novia a la guapa Amy (Imogen Poots, Centurión), su atractiva y divorciada madre (Toni Colette) parece estar de bastante buen humor, sobre todo desde que llega al barrio un nuevo vecino, el enigmático y bello Jerry (Farrell).

Pero la tranquilidad no durará: varios chicos desaparecen, Jerry empieza a interesarse por las yugulares ajenas y Charley, con la ayuda del televisivo vampirólogo Peter Vincent (David Tennant) tendrá que evitar el apocalipsis barrial. Antes, varios sustos, algún que otro calentón y abundante humor gamberro.

El Cairo, 678: La historia real de tres mujeres y su empeño en defenderse del acoso sexual, una práctica generalizada en Egipto. Cuando una de ellas acuchilla a uno de sus acosadores se convertirá en una heroína nacional.

Divorcio a la finlandesa: El hermano de Aki Kaurismaki, Mika, dirige esta dura comedia sobre una pareja recién divorciada que, pese a sus buenos propósitos, termina envuelta en un violento enfrentamiento.

Stella: París, 1977. Stella se hace mayor: a sus once años, inicia un nuevo curso y su vida está a punto de empezar a cambiar para siempre.

Mammuth: Serge, empleado de un matadero, quiere jubilarse. Pero antes tendrá que volver a los turbios lugares en los que trabajó.

Black heaven: La vida de un joven que se ve arrastra-do a un peligroso juego de seducción.

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