El secretario xeral de Unións Agrarias (UU.AA.), Roberto García, ha advertido este martes de que la solución a la crisis de Clesa concede a la Xunta "la última oportunidad" de "darle valor añadido" al sector lácteo de la comunidad antes de la desaparición de las cuotas lácteas en 2015.

En rueda de prensa, García ha explicado que en cuatro años desaparecerán esos topes que estipula la Unión Europea con la cantidad de leche que puede producir un país, con lo que a partir de ese momento el modelo industrial que tenga Galicia "pasará a ser más determinante que el modelo productivo".

Por este motivo, UU.AA. considera que junto a la Consellería de Industria, también Medio Rural debería implicarse en la solución de la factoría de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra) "porque este sector lácteo tiene un importante papel estratégico además de medioambiental y vertebrador de la comunidad".

El secretario xeral del sindicato ha recordado que Galicia produce ahora mismo el 40 por ciento de la cuota que tiene España, que situó en los 5,6 millones de toneladas y ha criticado que, cada vez que hubo una empresa láctea en Galicia en crisis, el Gobierno facilitó que se le vendiera a empresas "de fuera" desaprovechando, a su juicio, grandes oportunidades.

"Lo hizo con Leyma, Puleva, Ram, Larsa o Pascual", ha denunciado y ha añadido que Unións Agrarias teme ahora que la historia se repita con Clesa.

En este sentido, García ha señalado que la comunidad "sigue teniendo un modelo industrial que se limita a poner leche en un cartón, y muchas veces de fuera, sin darle valor añadido", por lo que ha recordado a la Xunta que el proyecto empresarial que representa Clesa aporta ese valor añadido "a través de la producción de postres de cuchara como yogures, pero también por la planta de leche en polvo o de quesos".

Días decisivos

Los próximos días resultarán decisivos para el futuro de Clesa y sus 150 trabajadores de Caldas de Reis, puesto que el pasado domingo venció el plazo de un mes que los administradores concursales dieron para aplicar un ERE extintivo y cerrar la planta.

Con todo, los administradores han ampliado el plazo "unos días" mientras Industria negocia con dos grupos de inversores interesados en adquirir la fábrica: uno de cooperativas liderado por Feiraco y el otro compuesto por empresarios que funcionaban como primeros compradores de la planta de Saiar.