El PSOE prevé incorporar esta enmienda y otras cuatro rechazadas por el PP durante el trámite del Congreso de los Diputados, según el secretario general del PSOE andaluz y presidente de la Junta, Manuel Chaves.

En concreto, los socialistas proponen incorporar al preámbulo que el reconocimiento de la "realidad nacional de Andalucía como una nacionalidad" se realiza "en el marco de la unidad de España".

También desean incluir una referencia expresa a que "la propia Constitución española se encarga de señalar en su artículo 139.1 que todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado".

Además, plantean una nueva redacción del artículo 1.1 incluyendo una apelación expresa a la "unidad de la nación española", con lo que quedaría del siguiente modo: "Andalucía, como nacionalidad histórica, se constituye en comunidad autónoma, dentro de la unidad de la nación española, conforme al artículo 2 de la Constitución Española".

El PP presentará la "enmienda pactada"

Por su parte, el PP presentará una enmieda para que el artículo 1 del Estatuto recoja  que Andalucía es una nacionalidad histórica dentro del  marco indisoluble de España", anunció el presidente del PP-A, Javier Arenas.

Esta enmienda habría sido pactada en su momento por pupulares y socialistas, según informó el presidente del PP-A.

Además, Arenas acusó a Chaves de haber "mentido" en la tribuna de oradores, ya que el Estatuto "no estaba consensuado", y reiteró que ha logrado convertirse en el presidente del "enfrentamiento" por haber hecho que el Estatuto recoja que Andalucía es una realidad nacional rompiendo el pacto con el PP.

PA: "Grave fracaso del 'Plan Chaves"

El secretario general del PA, Julián Álvarez, consideró el Estatuto un "grave fracaso" para Andalucía, que comparó con el Plan Ibarretxe por su "escasa legitimidad" al haber sido aprobada por sólo 67 de los 109 diputados.

Para Alvarez, el "gran problema" ha sido que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, en lugar de optar por buscar el consenso entre la mayoría de los partidos "como principal objetivo", se decantó por plantear un calendario "inicialmente previsto y determinado" que le permitiera llegar a las próximas elecciones con un Estatuto que pudiera significar "un plebiscito de su labor y su persona".

Y eso, advirtió, es un "grave riesgo y error para Andalucía" porque dotará al documento de "una gran inestabilidad".

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