La verdad es que sí. Mi asistente personal me lo dice muchas veces: «¡Quilla, que te salgas ya un poquito del personaje!».

¿Ha aprendido algo durante el rodaje de Lola?

Muchas cosas. Por ejemplo, estoy aprendiendo a ser más fuerte, estoy más brava y más echá p’alante. Antes era muy recataíta.

¿Ha hablado con Lolita y Rosario sobre su madre?

No, y lo siento. Jamás he querido hablar con ellas para que me contasen cosas de su vida. Pienso que habría sido bonito que me enseñaran fotos de ella o me dijeran qué flores y qué peinetas le gustaban.

¿Cómo se ha documentado?

He visto muchas películas y he leído biografías y artículos sobre Lola Flores. También he visto espectáculos grabados, de todo un poco.

¿Y qué visión tiene?

Haciendo la película me he enamorado mucho más de ella. Lola se mostraba muy fuerte ante el público, pero era muy sensible.

Lolita habla de inexactitudes en la película...

Yo creo que sí que existen. Se deben a que la película no es una biografía de Lola Flores, sino que se centra en cuánto tuvo que sufrir una mujer en esos años de posguerra para luchar por lo que ella quería.

¿Ha hecho el papel por imitación?

Miguel Hermoso (el director) y yo hemos creado el personaje, porque yo en ningún momento quería faltar el respeto a su memoria ni cometer la equivocación de querer ser ella o de querer imitarla.

¿Qué es lo que más le ha costado del papel?

Representarla a la hora de las coreografías y de los espectáculos. Como Lola era tan especial y tan única, es difícil que yo transmita al público esa fuerza que ella tenía.

¿Cuando se mira en el espejo se ve como Lola?

Ahora me miro y me digo: «¡Coño, si me parezco a ella!», pero no creo que me vea así durante mucho tiempo.

Bio

Nació en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1983. Es una de las vocalistas de Papa Levante. Comenzó su carrera bailando en un tablao.