La sala de exposiciones del Teatro Zorrilla de Valladolid acoge, desde este jueves y hasta el 9 de octubre, 'Paleophonía. Una Exposición sobre la Grabación Sonora' que exhibirá, por medio de una treintena de máquinas, la evolución en la captación del sonido desde el gramófono hasta el magnetófono, y que ha servido para inaugurar la temporada de la sala de exposiciones, según declaraciones del Diputado de Igualdad de Oportunidades y Cultura, Artemio Domínguez, recogidas por Europa Press.

Los aparatos pertenecen, en su mayoría, a la colección privada del músico Luis Delgado, que ha asegurado que esta exposición es "una avanzadilla" del Museo de Gramófonos de Urueña, localidad de la que es vecino. Pero además, 'Palephonía' ha contado con la participación del fotógrafo Juan Hormaechea, que ha donado para la exposición su giradiscos holandés Philips, de 1954, y ha elaborado las fotografías para el catálogo.

"La exposición se detiene justo antes de la digitalización del sonido", ha explicado Delgado, que ha diferenciado entre la grabación del sonido, en la que intervienen aparatos en movimiento como discos o cintas, y el almacenamiento del sonido, que es lo que hacen las grabadoras digitales, algo que no estará representado en la muestra.

Asimismo, una de las causas que ha llevado a Delgado a exponer sólo hasta la digitalización es su creencia en que el sonido de los fonógrafos es "más real y emociona más porque transmite mejor la calidez".

La muestra, de la que Domínguez ha mostrado su sorpresa porque "traslada al visitante en el tiempo", exhibe diferentes aparatos, algunos de más de 100 años, como fonógrafos, gramófonos de tipo infantil, portátiles, de bolsillo y electrificados; giradiscos, tocadiscos y magnetófonos, además de discos de pizarra y vinilo, agujas de gramófonos y afiladores de esas agujas.

Por su parte, Hormaechea ha explicado que le gustaría que la gente viese la exposición como "un pequeño relato de la sociedad industrial del siglo XX y de la evolución del diseño y los materiales de estos aparatos", unas máquinas que entonces se hacían "para toda la vida", ha aseverado Delgado, que ha añadido que los aparatos de la muestra todavía funcionan "perfectamente".

La exposición está organizada por la Diputación de Valladolid en conjunto con Delgado y Hormaechea y ha contado con la colaboración de la Fundación Joaquín Díaz.

Grabación sonora

"La historia de la grabación sonora ha sido breve pero intensa", desde hace unos 150 años, y tiene su origen, según Delgado, en la "invención" del ocio en la incipiente sociedad industrial urbana del siglo XIX, que comenzaba a preocuparse por la música y a demandar estos aparatos.

Así pues, en 1857, el librero y editor parisino Édouard-Léon Scott de Martinville consiguió grabar por primera vez las vibraciones de voces humanas, aunque murió sin poder escucharlas ya que sólo inventó la grabadora, pero no la reproducción del sonido grabado.

Pero unos veinte años después, Thomas Alva Edison logró, con su Tinfoil —"embrión de la grabadora"— reproducir ese sonido grabado, algo que evolucionó con la invención del disco plano de pizarra —después de vinilo—, por parte de Emile Berliner en 1888.