Mas de un millar de personas se concentraron desde las nueve de la noche de este martes en la Puerta del Sol de Madrid, en el marco del Movimiento 15-M, y acordaron en asamblea convocar una manifestación para el próximo jueves contra la reforma constitucional, que apoyan PSOE y PP.

La manifestación, cuyo lema será "No a esta reforma de la Constitución. Abajo el orden de los mercados y el capital", partirá a las 19.00 horas del jueves desde la glorieta de Atocha hasta el Congreso de los Diputados.

Tras esta asamblea, que terminó de madrugada, los indignados acompañaron a los veteranos de este movimiento a una acamapada en el Paseo del Prado, en las proximidades de Cibeles, donde querían permanecer hasta el próximo día 2 de septiembre en protesta también por una reforma constitucional que ha sido acordada sin referéndum. Sin embargo, poco después, la policía obligaba a los seis veteranos a desmontar el campamento.

El promotor de la acampada, Lázaro Sola, de 70 años, y miembro de la Asamblea del madrileño barrio de Alcorcón, explicó que un gran número de efectivos de policía municipal y nacional, muchos de ellos con indumentaria antidisturbios, les rodearon y les conminaron a levantar el campamento para que los trabajadores del servicio municipal de limpieza pudieran hacer su trabajo en el lugar.

"Nosotros somos pacíficos y hemos obedecido, pero hemos llamado a nuestros abogados y a todos los medios de comunicación y nos quedaremos por aquí", explicó Sola.

Horas antes, alrededor de medio centenar de integrantes del movimiento 15-M se concentraron en la Carrera de San Jerónimo para protestar contra la reforma, que este martes aprobó debatir el Congreso de los Diputados.

En un manifiesto que repartieron entre los asistentes, el 15-M denuncia que la "inusitada reforma constitucional" acordada por PP y PSOE se desarrolla "al dictado de los mercados y de los gobiernos conservadores de las potencias europeas". Añaden que con ella se pretende, utilizando "la excusa de ordenar las finanzas", imponer "el beneficio de unos pocos sobre la voluntad de la mayoría".

Así se expresaba Marisa, una de las asistentes a la concentración -no permitida por Delegación de Gobierno-, quien en declaraciones a los medios insistía en que la reforma no puede llevarse a cabo ya que "no se puede imponer de esta manera", sino que "debería pasar por referéndum". "Me parece patético", añadió.

Durante la concentración, los integrantes del 15-M gritaron sus habituales consignas -"Que no, que no, que no nos representan", "Lo llaman democracia y no lo es"-, que intercalaron con otras más relacionadas con el motivo de la protesta -"Ni un paso atrás, contra las reformas huelga general"-. Tras ello, los asistentes realizaron una sentada y se leyó en público el manifiesto redactado por el movimiento.