Los productores de Las Caderechas, en el valle burgalés del mismo nombre, han recolectado esta campaña, que finalizó el pasado fin de semana, un total de 75.000 kilos de esta fruta, un 50 por ciento menos de lo estimado al inicio de la temporada como consecuencia del granizo caído en los meses de abril y mayo.

Así lo ha asegurado a Europa Press el director técnico de la marca de garantía 'Cereza del Valle de Las Caderechas', José Ignacio Velasco, que ha admitido que la producción de este año tendría que haber sido de unos 150.000 kilos. "Eso hubiera sido lo normal", ha continuado Velasco, que ha explicado que ha habido localidades y fincas en las que se ha recogido "muy poco" e, incluso, "nada", como consecuencia de los daños producidos por las tormentas y granizadas de los meses de abril y mayo.

En comparación con la campaña anterior, la recolección de cerezas del valle burgalés de Las Caderechas ha caído un 30 por ciento.

Dicho esto, Velasco ha destacado la buena calidad de las cerezas recolectadas este año ya que, al haber menos fruto en el árbol, se han conseguido unas cerezas más grandes y "bastante dulces", como confirman las catas de azúcar y acidez realizadas en el laboratorio de la Junta.

Según ha recordado el director técnico de la marca de garantía 'Cereza del Valle de Las Caderechas', esta fruta se recoge a mano por los propios productores y sus allegados, una "garantía" del proceso de recogida del alimento y de la calidad del mismo que ha tenido que ser especialmente escogido.

La marca de garantía 'Cereza del Valle de Las Caderechas' prevé facturar este año unos 240.000 euros, "una cifra que tendría que haber sido el doble" pero que se ha visto afectada por esa menor producción y por la bajada de los precios en el mercado como consecuencia de la situación económica por la que atraviesa el país.

Velasco ha admitido al respecto que en esta campaña habrá cultivadores a los que no les van a salir las cuentas ya que, a pesar de la caída en la recolección y en los precios, los costes de producción son los mismos y también los de certificación y control. En este sentido, abogado por retomar las conversaciones que se iniciaron en su día con la Administración para tratar de compensar los daños causados por las tormentas y el granizo de la primavera.

Las variedades con mayor producción en 2011 han sido las dos con mayor tradición en la zona, 'fresona' y 'negra del país', así como las dos más implantadas y comercializadas en los últimos años, 'summit' y 'lapins'.

País vasco y cantabria

Los principales mercados de las cerezas de Las Caderechas son País Vasco, Burgos y Cantabria, aunque también se ha introducido esta fruta en zonas como Valencia, Madrid y Baleares además de Asturias, Zaragoza y "poco a poco" el resto de Castilla y León. Estas cerezas son comercializadas por los propios agricultores en grandes mercados aunque las más seleccionadas y calibradas se llevan a la distribución, a fruterías y a los mercados locales.

Las cerezas cultivadas en el Valle de Las Caderechas, recolectadas a mano y "sin intervención de medio mecánico alguno", se caracterizan por el equilibrio entre dulzor y acidez y se distinguen también por lo tardío de su fecha de recolección ya que, mientras en otras zonas de España la temporada se inicia en abril, en esta zona burgalesa comienza en junio y se prolonga hasta la primera semana de agosto, "lo que permite proporcionar al mercado esta fruta en un momento en el que el resto de la producción ya ha sido vendida".

Según han explicado desde la marca de garantía, esta particularidad es posible por el microclima de la zona, por su elevada altitud, por encima de los 600 metros, y por la elección de ciertas variedades de cerezos que florecen y fructifican más tarde.

La marca de garantía 'Cereza del valle de Las Caderechas' ampara a una docena de variedades de esta fruta, cada una con sus particulares características de sabor, olor y presencia. Las más tradicionales y vendidas en esta zona son la 'fresona' y la 'negra tardía', que comparten terreno con otras variedades como la 'burlat', la 'stark hardy giant', 'summit', 'sunburst', 'lapins', 'rainier', 'van' y 'guinda garrafal'.

Además, la marca de garantía prohíbe el uso de cámaras de atmósfera controlada y establece los valores de temperatura y humedad en los que deben conservarse las cerezas, que son colocadas en cajas identificadas por su parte con un número que permite conocer en qué parcela se han cultivado y qué tratamientos ha recibido.

Junto a las cerezas, este valle se caracteriza también por la producción de manzanas, amparadas por la figura de calidad 'Manzanas reineta Valle de Las Caderechas' cuya recolección se iniciará a mediados del mes de septiembre y se prevé también una merma de entre el 50 y el 60 por ciento de lo previsto por los efectos también de esas tormentas y granizadas.

El Valle de Las Caderechas está ubicado hacia el noroeste de la comarca de La Bureba y se distingue por su "particular" relieve, su microclima y su vegetación de "especial verdor", enclavado entre páramos y tierras de cereal.

Las mismas fuentes han recordado por último que el Valle de Las Caderechas es tradicionalmente conocido por la calidad de su fruta. Así, en la documentación del Monasterio de San Salvador de Oña existen "multitud de referencias" a la producción de cerezas y manzanas que datan desde el año 1032 hasta el año 1318 en documentos de compra-venta, cesión de uso de fincas, arrendamiento, herencias y donativos a favor del Monasterio.