Desde la ocupación, 200 profesores universitarios y científicos, y 224 sanitarios iraquíes han sido liquidados. «Son asesinatos selectivos: se acercan unos tipos y te pegan unos tiros. No hay perfil de víctimas. Los muertos son de distintas confesiones religiosas y gente no politizada», explica Abdulah, «los efectos son devastadores, quieren borrar la cultura y el futuro del país».

«El Gobierno y la Policía no hacen nada, están ocupados en sus maniobras políticas», se queja amargamente Abdulah. «Con Sadam tenías problemas si te enfrentabas al régimen; ahora los tienes sin hacer nada y sin saber por qué. Reina la anarquía. La ocupación ha traído todo tipo de violencia: asesinatos, secuestros, violaciones... La gente no pude más».