El obispo considera "eutanasia" la interrupción de la alimentación a Ramona Estévez

El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha señalado este viernes, ante la noticia de la retirada, a petición de los familiares, de la sonda nasogástrica que alimentaba Doña Ramona Estévez, enferma en coma como consecuencia de un infarto cerebral irreversible, ingresada en el Hospital Blanca Paloma de Huelva, que "toda acción dirigida a interrumpir la alimentación o la hidratación constituye un acto de eutanasia, en el que la muerte se produce no por la enfermedad, sino por la sed y el hambre provocada".
El obispo de Huelva, José Vilaplana, durante una rueda de prensa
El obispo de Huelva, José Vilaplana, durante una rueda de prensa
EP/DIOCESIS
El obispo de Huelva, José Vilaplana, durante una rueda de prensa

El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha señalado este viernes, ante la noticia de la retirada, a petición de los familiares, de la sonda nasogástrica que alimentaba Doña Ramona Estévez, enferma en coma como consecuencia de un infarto cerebral irreversible, ingresada en el Hospital Blanca Paloma de Huelva, que "toda acción dirigida a interrumpir la alimentación o la hidratación constituye un acto de eutanasia, en el que la muerte se produce no por la enfermedad, sino por la sed y el hambre provocada".

En un comunicado, el obispo ha precisado que "hay que estar siempre de parte de la vida humana, cualquiera que sea su desarrollo o su situación existencial", indicando además que "debemos estar a favor de los últimos, de los débiles, de los incapacitados para hacer valer sus derechos y, sobre todo, el derecho a la vida".

Al constatar que algunos presentan el caso como un acto de humanidad y de liberación, Vilaplana ha recordado que "el único deber que tiene la sociedad, en relación a la enferma, es ayudarla a vivir, ya que la vida no es algo de usar y tirar", indicando además que la dignidad de la vida humana no puede venir ligada al estado de conciencia o de inconciencia del enfermo".

Al mismo tiempo ha insistido en que "no es deber de un médico suspender la alimentación y la hidratación a una persona que se encuentra en un coma vegetativo, enfermedad crónica que no será la causa de la muerte", por lo que ha reconocido el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios.

"Acompañamos en silencio y con la oración los últimos días de doña Ramona Estévez. Con gran humildad, pido al Señor de corazón por los familiares y las personas que la rodean, para que puedan descubrir en ella la fuerza misteriosa de la vida, perceptible también en un cuerpo anciano, en coma y débil, y puedan así repensar sus decisiones, pues la muerte buscada o inducida, como tantas veces ha repetido Benedicto XVI, no es la respuesta al drama del sufrimiento", ha concluido.

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