El Colegio de Médicos de Las Palmas ha recomendado a los profesionales a la prescripción por principio activo como medida de ahorro sanitario, sin embargo considera la necesidad de regular la presentación de fármacos.

De esta forma, el Colegio se posiciona ante el acuerdo del último Consejo de Ministros de obligar a los médicos de la sanidad pública a prescribir por principio activo.

En este sentido, señalan que si la prescripción por principio activo "no compromete el derecho de libre prescripción del médico que se refiere al medicamento a prescribir y no a la marca comercial o fabricante del mismo y supone un ahorro en el gasto público, además de redundar en la sostenibilidad del sistema sanitario, recomiendan a los profesionales su colaboración con la norma.

De todos modos, advierten que los principios activos tienen denominaciones "muy complejas y muy difíciles" de memorizar, por lo que consideran que la administración sanitaria "debe regular la presentación de los fármacos que se dispensen por principio activo".

En este sentido, indican que la regulación debe unificar la apariencia de envases, color, forma galénica y tamaño del medicamento, para que el mismo sea "fácilmente reconocible" por su aspecto, independientemente de quién sea su fabricante.

Al respecto, apuntan que de "no hacerse esta regulación es fácil inducir a la confusión de muchos pacientes y, especialmente, de los ancianos y de los enfermos polimedicados".

Por otro lado, el Colegio de Médicos ha mostrado su preocupación en cuanto a que los medicamentos "estén siendo observados prioritariamente como productos de consumo y generadores de gasto público sin que exista gran preocupación acerca de su calidad".

Al respecto, señalan que la prescripción por principio activo tiene como objetivo "promocionar y dispensar el fármaco más barato", de ahí que considere "fácil que se generen prácticas comerciales agresivas por parte de algunos fabricantes, importadores o redes comerciales".

En este sentido, invitan a la Agencia Española del Medicamento a someter estos fármacos a estrictas auditorías de calidad, tanto antes de su autorización como durante su comercialización. Además, estos controles deberán ser "frecuentes, independientes, y públicamente accesibles".

Finalmente, subrayan que "sin la garantía previa" de los dos últimos puntos, el Colegio "no apoya la prescripción por principio activo y deja al criterio individual de sus colegiados el acogerse a ella o prescribir de cualquier otra forma legalmente establecida y acorde con las normas éticas" de la profesión médica.