El primer secretario del PSC, José Montilla, ha abierto este jueves el curso político expresando su confianza en que, como ha ocurrido de forma ininterrumpida desde la Transición, los socialistas catalanes volverán a ganar las elecciones generales, aunque ha admitido que esta vez hay "erosión".

Lo ha dicho desde Vilopriu, en el tradicional acto que a finales de agosto organiza el colectivo del PSC 'Nou Cicle', que durante los últimos meses ha expresado su posicionamiento crítico con la estrategia que sigue la dirección del partido.

Ante la proximidad de las generales, Montilla ha lanzado un mensaje de confianza y optimismo, pronosticando que el PSC está en "condiciones de ganar" pese al desgaste que sufrió en las autonómicas de otoño del pasado año y en las municipales de mayo, cuando por vez primera en democracia dejó de ser el primer partido más votado y perdió feudos hasta ahora inexpugnables como la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona y municipios como Girona, Mataró, Castelldefels y Badalona.

El reto actual pasa por que la derecha no alcance la mayoría absoluta, y por ello, ha advertido de que el PP, el socio preferente de CiU y del Govern, ha sido y sigue siendo "enemigo del Estatut, el autogobierno y la lengua catalana".

Ya en clave interna, ha asegurado a los suyos que hay que trabajar para garantizar que el congreso que se hará en diciembre, tras las generales, se caracterice por la preservación de la pluralidad, "uno de los activos más grandes del PSC" y que lo caracteriza desde sus orígenes.

El nuevo PSC debe tener como objetivo construir una alternativa fuerte y atractiva ante una CiU "mucho más liberal y menos comunitarista que el 'pujolismo' clásico" y que, como prueban los recortes y las últimas políticas del Govern, no cree en el estado del bienestar.

Pese a ello, Montilla ha indicado que el PSC tiende la mano al Govern y está dispuesto a colaborar para mantener el estado social de derecho en Catalunya.