Agentes de la Policía Nacional de Vigo han detenido a un vecino de la ciudad y de 45 años de edad, quien estuvo a punto de colisionar contra un coche patrulla y, además, superó en más de cuatro veces la tasa máxima de alcohol permitida.

Según informan las fuerzas de seguridad, los hechos ocurrieron en la tarde de lunes, cuando una dotación policial que iba por la Avenida Arquitecto Palacios en dirección a Castrelos escuchó un grito de reproche que una mujer que viajaba de copiloto en un vehículo dirigía al conductor.

Este turismo circulaba por el carril izquierdo de la vía y, cuando se produjo el grito, se aproximó en exceso al vehículo policial, obligando al agente que conducía a dar un brusco volantazo para evitar un choque. A consecuencia de la maniobra, el vehículo quedó detenido en el arcén y, a su altura, también el turismo.

Así, los agentes indicaron al conductor que situase el coche en el arcén, si bien éste ignoró las instrucciones y continuó la marcha, siendo seguido por la Policía. Poco después el turismo perdió el control e invadió el carril derecho, tras lo que se detuvo.

En esta situación, los efectivos policiales le reiteraron que se detuviese en el arcén, si bien el hombre emprendió de nuevo la huida aunque fue interceptado en la confluencia de este vial con la Avenida de Castrelos.

Cuando los agentes procedieron a identificar al conductor se dieron cuenta de que presentaba "evidentes síntomas de embriaguez", por lo que fue sometido a una prueba de alcoholemia. El resultado fue superior al cuádruple de la tasa permitida, a lo que el conductor reaccionó de forma violenta.

Finalmente, el hombre tuvo que ser reducido por la Policía, que lo detuvo como presunto autor de un delito contra la seguridad vial y otro de resistencia y desobediencia. En cuanto al vehículo, que carecía de seguro, fue trasladado al depósito municipal por una grúa. ROBO

Por otra parte, la Policía Nacional detuvo en la mañana del lunes a un joven de 22 años de edad, vecino de Vigo, como presunto autor de un robo con fuerza ocurrido en noviembre del año 2009 en un vehículo aparcado en un garaje comunitario de la calle Eugenio Kraff.

Según explican las fuerzas de seguridad, se había fracturado una luna del coche y habían sido sustraídos un paquete de tabaco, dos juegos de llaves y dos pares de gafas de sol graduadas. Poco después del robo, una dotación policial había conseguido recuperar parte de estos efectos, así como de otros objetos sustraídos a otros vehículos del mismo garaje.

Finalmente, la investigación policial desarrollada permitió identificar al presunto auto, un joven con 9 antecedentes, y quien fue detenido el lunes por la mañana.