Pasaron los tiempos en que baño y cocina eran los hermanos pobres de la decoración de la casa. Desde hace ya años, ambos espacios disfrutan de soluciones que los convierte en lugares confortables, prácticos pero también bellos.

En el caso del baño, un elemento fundamental es la grifería. El mercado nos propone múltiples posibilidades; desde los clásicos que imitan los baños decimonónicos a los grifos de absoluto diseño y vanguardia. Y lo que es más importante: la grifería de diseño ya no es un lujo al alcance de unos pocos. Hasta en los grandes almacenes del bricolaje podemos encontrar atractivas propuestas a precios razonables.

Además de su diseño, es básico su color; hay vida más allá de los cromados habituales. Una tendencia actual es jugar con el blanco y negro. La propuesta de grifería de lavabo blanco versus negra es perfecta para jugar con los contrastes. Combinar el blanco y negro y facilita un efecto visual de limpieza y elegancia en el

baño.

Otra opción que nos permiten las griferías de color es conseguir la integración total de los grifos en el baño. Para ello elegiremos el color del grifo del mismo color que el lavabo.

Esta tendencia es la que vemos en las últimas creaciones de la firma Ramón Soler, Arola BLACK&WHITE. El blanco en acabado blanco mate y el negro también en mate. La colección Arola está firmada por el diseñador Antoni Arola.

Jacob Delafon también añade color. En su caso, en la línea 'Toobi', los embellecedores pueden personalizarse. Son intercambiables: con el color de la salida en verde o en blanco.

Muchas firmas apuestan por el diseño sostenible creando griferías pensadas para el ahorro de recursos naturales. Se trata de lavabos que usan cartuchos progresivos, una propuesta funcional y ecológica que ahorra agua y energía.

Hay marcas que incorporan en sus modelos el cartucho cerámico, que permite ajustar la temperatura y el caudal de agua con precisión e incluso tecnologías que procuran un flujo constante de agua sin superar los cinco litros por minuto.

Hoy en día griferías y duchas logran ahorros de agua de hasta un 60%, una impagable ayuda al medio ambiente. Lo mismo pasa con los WC, que consumen entre un 30 y un  60% menos de agua que los tradicionales.

Una grifería nueva y de diseño puede costar más, pero a la larga lo vamos a agradecer. Vestimos de etiqueta nuestro baño, pero además ayudamos al planeta.