La Delegación de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en Málaga ha procedido este lunes, tras 42 días de cierre por la presencia de toxinas, principalmente PSP y DSP, a la apertura de los caladeros de marisco y bivalvos de la provincia.

No obstante, de las nueve zonas en que se divide el caladero malagueño, seguirán cerradas totalmente por presencia de toxinas tres de ellas —Fuengirola, Rincón de la Victoria y Nerja— hasta que los resultados de las analíticas permitan su apertura, esperando que ésta "pueda producirse a lo largo de la semana", según ha apuntado la delegada provincial de Agricultura y Pesca, Mónica Bermúdez.

En cuanto a las zonas abiertas, Bermúdez ha señalado en un comunicado que "los resultados de los análisis que se realizan diariamente y que fueron los que nos llevaron al cierre nos indican el descenso de toxinas y, por tanto, según la normativa, que los mariscos y bivalvos de nuestro caladero son ya aptos para el consumo".

Esta situación permitirá volver a faenar a las embarcaciones de la provincia dedicadas al marisqueo y completar y entregar las solicitudes de ayuda que la Consejería de Agricultura y Pesca regula en el caso de presencia de toxinas, así como recoger el rol en Capitanía Marítima de aquellos barcos que lo entregaron al producirse el cierre del caladero. AYUDAS

Por otra parte, se estima que se presenten 46 solicitudes de ayuda de armadores y 90 de tripulantes, según la información recogida por la Junta de las cofradías de pescadores de la provincia. No obstante, hasta la fecha sólo tres solicitudes han tenido entrada en la Delegación de Agricultura y Pesca.

Las embarcaciones cuyo puerto base esté en alguna de las zonas cerradas podrán desplazarse a faenar a las abiertas, en las que podrán volver a capturar especies tan demandadas como la concha fina, la chirla, la coquina, etcétera.