¿Qué fue lo más horrible del pase de 'Suspiria' en Venecia? Luca Guadagnino responde

Envuelta en esos abucheos festivaleros que tan buena espina dan a veces y con esa BSO de Thom Yorke que da casi tanto miedo como Tilda Swinton, la nueva versión de Suspiria promete ser una de las películas de terror del año. Pero el director Luca Guadagnino ha revelado que, en el estreno de su filme en Venecia 2018, hubo algo más terrorífico que todo el gore y todas las asechanzas de la bruja Helena Markos. ¿De qué puede tratarse?

Pues de qué va a ser: "Había un tío, como en la fila 10 o por ahí, que estaba mirando el móvil todo el tiempo", explica Guadagnino en una entrevista (vía Indiewire). Y, claro, el cineasta empezó a desearle a aquel espectador torturas diseñadas por Dario Argento. "Me pasé toda la proyección pensando: 'Voy a ir ahí y voy a decirle que deje de usar su puto móvil porque es una falta de respeto'. Veía esa luz en la oscuridad de la sala y lo odiaba", concluye el director.

Si ya de por sí tener a alguien usando el telefonino en mitad de una proyección de cine fastidia lo suyo, esto resulta el doble de molesto si la proyección de marras es la de una película en la que (como advierten las críticas llegadas desde Venecia) la atmósfera es fundamental. Y, si encima la película la has dirigido tú... pues raro fue que la cosa no terminara en una escabechina con música de Goblin. Así que ya lo sabemos: cuando vayamos a ver Suspiria, mejor olvidarse del móvil un rato.