Los trabajadores de Radio y Televisión de Mallorca han mostrado su rechazo a la decisión del Consejo de Administración de aprobar este jueves, con los votos del PP y el rechazo del PSIB y el PSM-IV-ExM el inicio de los trámites para "liquidar" el ente público y "dejar en la calle a 117 familias sin posibilidad de inserción laboral en su sector".

En un comunicado, los trabajadores de la radio y televisión públicas de Mallorca han criticado también que los trabajadores contratados para realizar la programación del verano "no están cobrando sus sueldos", algo que interpretan como una "maniobra de presión a los profesionales del ente, ya que curiosamente, no hay dinero para pagarles, pero sí para convocar un concurso negociado con diferentes empresas y adjudicar por casi 60.000 euros a la consultora Price Waterhouse Coopers para llevar a cabo la liquidación del medio".

Asimismo, han indicado que también ha habido dinero para contratar dos directores, uno para la televisión y uno para la radio, "aún cuando la nueva dirección no se ha cansado de afirmar que el cierre es inminente" y, por ello, han estimado que lo que se intenta es "crear más tensión, ansiedad e incertidumbre entre los profesionales de Radio y Televisión de Mallorca".

Por otro lado, han reprobado que el PP cierre el medio de comunicación público, porque es una promesa de campaña y "lo hace sin cumplir con la obligación de garantizar la información de proximidad y sin plantear ninguna propuesta de modelo audiovisual propio".

"Los trabajadores exigimos que se haga una propuesta audiovisual propia para las Islas Baleares, que sea capaz de recoger lo mejor de lo mejor de Radio y Televisión de Mallorca y de IB3 y que, mientras esto no se haga, continúen los dos medios en funcionamiento con las mismas condiciones con que lo hacen ahora", han remarcado.

Por otra parte, han criticado que el cierre de este medio de comunicación "atenta gravemente contra el derecho a la información de proximidad de los mallorquines y dejan herido de muerte al sector audiovisual, que en las islas se encuentra todavía en una fase muy temprana y, por lo tanto, de apoyo necesario".

Para los trabajadores de RTV de Mallorca, consentir el cierre también significa "dejar una puerta abierta para cerrar cualquier empresa pública que no tenga como objetivo la obtención de beneficios económicos" y, en su opinión, esto es un "ataque directo a todo aquello que debe ser la prioridad de cualquier administración pública, que es el servicio a la ciudadanía".

"Ahora se empieza por unos medios de comunicación públicos, pero ¿qué será después? ¿Un instituto porque tiene demasiado fracaso escolar o un centro de salud porque tiene muchos enfermos", se preguntan los trabajadores del ente.