El profesor titular del Departamento de Historia del Arte en la Universidad de Barcelona José Enrique Monterde ha explicado este miércoles que la falta de ideas en la industria cinematográfica no es la causa del auge de las películas históricas en los últimos años, sino que se debe a las mejoras tecnológicas que permiten una mejor recreación de los ambientes y épocas pasadas.

Para Monterde, que ha impartido dos conferencias en el Curso de Cinematografía de la Universidad de Valladolid (UVA) —ambas tituladas 'Cine e Historia: Una Relación Compleja'—, la relación entre esos dos campos es "compleja" porque "ambas tratan de conjugar el presente con el pasado".

Otra de las manifestaciones de esa "difícil" relación entre cine e Historia es la manera en que los diferentes períodos de tiempo han marcado al cine, un campo que es "mucho más susceptible a esas influencias históricas" que el resto de artes o de medios de comunicación, ha explicado el profesor barcelonés.

Asimismo, Monterde ha señalado que si antes se utilizaba el cine histórico "con fines políticos" por parte de regímenes totalitarios, ahora ese tipo de películas se multiplican porque la historia es una "despensa de ideas" para el séptimo arte.

El también crítico cinematográfico y escritor ha aseverado que el cine está más marcado por la historia que el resto de campos artísticos porque se basa tanto en imágenes como en sonidos, es más completo, por lo que es un medio adecuado para la recreación de épocas pasadas, un tipo de películas en auge.

Aunque, según ha aclarado Monterde a Europa Press, "esta moda de las películas históricas no es por falta de ideas de la industria del cine", como se ha hablado, sino más bien por las "mejoras tecnológicas de los últimos años" que permiten mejores y más baratas recreaciones de escenarios, ambientes, sonidos o vestimentas para los largometrajes basados en tiempos pasados.

El auge del cine histórico no es nuevo

El profesor Monterde ha incidido en que el cine de representación histórica "existe desde la creación de este arte", punto en el que ha recordado que ya en 1895 se produjo una película de cine mudo en la que se representaba el asesinato de Ana Bolena, una época y personajes que "hoy en día todavía tienen interés", como se puede apreciar en series, documentales o largometrajes actuales sobre este tema.

Lo que ocurre con el auge del cine histórico, ha añadido el ponente, es que "tiene rachas", hay épocas en las que se hacen más obras de este tipo de cine y épocas en que menos, por lo que ha hecho referencia de nuevo a esas mejoras técnicas que "ayudan en la ambientación de épocas pasadas".

Otro de los aspectos que Monterde ha tratado en sus dos conferencias de este miércoles ha sido la creación de mitos históricos que ha llevado a cabo el cine, algo que "ha dependido mucho de la época histórica y el régimen político en la que se hicieron esas películas", lo cual ha ejemplificado con el cambio de imagen que se dio a los indios en las películas del Oeste, que "al principio eran los malos y, a partir de los años 60, comenzaron a ser los buenos".

Además, según ha explicado el crítico catalán, alguno de esos ejemplos que representan esa "compleja relación" entre la Historia y el cine es la cantidad de variantes que existen dentro del séptimo arte y que toman como base épocas pasadas: ensayo histórico, cine histórico de gran espectáculo, drama histórico, películas biográficas —'biopics'—, o historia de no-ficción, que representa un pasado inventado, casi de Ciencia Ficción—.

Por último, otro de los problemas del Cine histórico a los que ha hecho referencia Monterde es que ya se conoce el final. "Ya se sabe que Napoleón perdió en Waterloo y que Colón descubrió América, por ello se añaden nuevos personajes y tramas de ficción que introduzcan otras líneas argumentales a ese ambiente histórico ya conocido", concluyó.