La Plaza de las Pasiegas de Granada acogerá este viernes y sábado un espectáculo de música y danza, en el marco de los actos organizados con motivo de los 'Días en las Diócesis' de la Jornada Mundial de la Juventud, que del 11 al 15 de agosto se celebran en Granada. En el espectáculo, que dará comienzo a las 22,00 horas y para el que han estado ensayando durante estos días en Granada, intervendrán 50 personas, todas ellas miembros de la Comunidad Católica Shalom, un carisma de la Iglesia Católica que dio sus primeros pasos en Brasil durante el primer viaje que hizo Juan Pablo II a este país en 1980.

Dos años después, su fundador, Moisés Azevedo, junto a un grupo de jóvenes universitarios crearon en 1982 el primer Centro de Evangelización Shalom, dedicado a la evangelización de los jóvenes, especialmente de aquellos más alejados de la Iglesia, implicándose con ellos en las necesidades cotidianas, ha informado la Diócesis de Granada en un comunicado.

El espectáculo que ofrecerá la Comunidad Católica Shalom consta de tres partes. El primero de ellos es el llamado 'Canto de las irias', en el que se integra las artes escénicas del teatro, música y baile. Este espectáculo se interpretará en español y otro día en árabe, como deferencia a los peregrinos extranjeros del Oriente Medio cristiano. La segunda parte es un concierto del cantante brasileño Davison Silva, miembro de la Comunidad Católica Shalom, y la tercera parte es otro concierto con el Grupo Misionero Shalom.

Con motivo de los 'Días en las Diócesis', Granada acoge a 320 miembros de la Comunidad Católica Shalom, de los cuales 50 interpretan este espectáculo, que también ofrecerán durante la Vigilia de oración diocesana en la Plaza de Toros, que se celebra el domingo 14 a las 22 horas, presidida por el Arzobispo Mons. Javier Martínez.

Desde que se fundara en 1982, la Comunidad Shalom está presente actualmente en 60 diócesis de todo el mundo. Ese año se creó el primer Centro de Evangelización Shalom, que contó con la bendición del Cardenal Aloísio Lorscheider, entonces Arzobispo de la Diócesis brasileña de Fortaleza.

"Este primer centro tenía como objetivo evangelizar jóvenes necesitados de la experiencia con la persona viva de Jesucristo. En muy poco tiempo la obra también tocaba familias, niños y personas de diversas procedencias socio-culturales", explican.