El crítico de cine Jesús Palacios considera que Francia es "el único país capaz de hacer sombra a Hollywood en el cine de género", no sólo en el fantástico sino también en el policíaco y el de aventuras, ya que "posee una tradición literaria tan rica como la anglosajona", tal y como ha anunciado en el marco del Curso de Cinematografía organizado por la Universidad de Valladolid.

Los críticos de cine Jesús Palacios y Roberto Cueto son los encargados de impartir dos sesiones en la que abordarán el cine fantástico francés desde una perspectiva histórica y también desde el concepto francés de "autor".

Por un lado, Jesús Palacios dedica su charlas, que se celebran hoy y mañana, al concepto de cine fantástico francés como género autónomo, su historia y su desarrollo en Francia desde un enfoque cronológico.

Para ello, ha decidido centrarse en el tratamiento de este género por parte de la cinematografía francesa, tanto el cine comercial como el de autor, "cómo ejerce una cinematografía, en este caso la francesa, el concepto de cine fantástico", en contraste, por ejemplo, con la inglesa o la española.

Palacios ha señalado que "muchos personajes de obras literarias francesas" han servido de inspiración y han sido usados en todo el mundo, no sólo en el cine sino también en la ópera o en el teatro, como es el caso de 'El fantasma de la Ópera' o la historia original de 'El Planeta de los Simios'.

Por su parte, Roberto Cueto tratará en sus sesiones, que se celebrarán esta tarde y mañana, "un concepto muy francés", como es el de autor cinematográfico, creado por los propios franceses.

Según Cueto, estos autores "aprovechan" la tradición del fantástico para sus propios fines y por ello presentan propuestas de cine fantástico que "conectan mucho con sus propias inquietudes y rasgos", por lo que la personalidad del autor se manifiesta a través de su trabajo con este género.

Por otro lado, ambos críticos coinciden en que existe una "diferencia principal" entre el cine fantástico francés y el de Hollywood: la simbiosis que se produce entre el cine de género, que es más comercial y gusta a las masas, y el cine de autor, que posee unas exigencias gráficas, estéticas y artísticas "muy intelectuales". Existe una "especie de fusión e incluso de confusión" entre ambos mundos que no se da tanto en cine de Hollywood.

Otra de las características que diferencian a la cinematografía francesa y la anglosajona es la "ausencia de una gran productora o de grandes estudios dedicados al cine fantástico" en Francia, donde el terror ha sido "el gran ausente" en la historia de este género hasta la eclosión que comenzó a finales de los 80 y que explotó en el 2000. Siempre ha habido una "gran afición" por el fantástico, el de ciencia ficción, la comedia fantástica, el serial y las historias de misterios, y sin embargo "el terror puro y duro aparece muy poco".

Jesús Palacios se ha referido también a los cineastas jóvenes, el futuro de este género, que cogen modelos del cine anglosajón, pues están educados en la "gran tradición del cine anglosajón", pero abordan los temas de una forma francesa, por lo que introducen elementos autorales que les permiten "dar una vuelta de tuerca" a temas que están "muy sobados" en este género, como los zombiees, el piscópata al uso o los vampiros.

Estos cineastas consiguen aportar así una "francesidad intrínseca", uno de los aspectos "más atractivos" de esta nueva generación a juicio de Palacios.