La pianista donostiarra Judith Jáuregui, reciente ganadora del premio al Mejor Album de Clásica del Año, ofrecerá este viernes, 12 de agosto, en la catedral de Tudela, un recital dedicado a los grandes compositores europeos de principios del siglo XX.

En concreto, la pianista repasará a los impresionistas franceses Ravel, Debussy y un 'afrancesado' Mompou, y a dos de los principales compositores de la época en los países del Este, el húngaro Béla Bartok y el ruso Scriabin, entre otros.

Laureada con el Premio de Honor de Fin de Carrera en el Conservatorio de San Sebastián, Judith Jáuregui amplíó su formación con Claudio Martinez-Mehner. Becada por la prestigiosa Fundación Alexander Von Humboldt por su calidad interpretativa y su brillante trayectoria académica, forma parte del reducido grupo de artistas seleccionados como pupilos por el gran maestro ruso Vadim Suchanov en el Conservatorio Richard Strauss de Munich.

Tras debutar en recital con tan sólo 11 años, es ganadora de numerosos galardones internacionales y ha sido recibida exitosamente en los más prestigiosos festivales como la Quincena Musical de San Sebastián, Festival de Peralada, Festival de Música y Danza de Granada o el Festival Internacional de La Roque d'Antheron en Francia.

Jáuregui forma parte ya del reducido circuito de grandes intérpretes de nuestro país y es habitual en la programación de los principales escenarios donde ha ofrecido numerosos recitales, desde el Auditori de Barcelona al Teatro de la Zarzuela de Madrid, el Palacio Euskalduna de Bilbao, el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid, la Sociedad Filarmónica de Málaga o el Villamarta de Jerez.

La pianista acaba de publicar su primer disco en solitario 'Schumann, el arte de lo pequeño' (Columna Música), en el que interpreta dos de las principales obras para piano del compositor alemán, la caleidoscópica Papillons op. 2, escrita al inicio de su carrera y Fantasiestücke op.12, quintaesencia del romanticismo.

La grabación se completa con Allegro op. 8, una pieza de virtuosismo en la que la joven pianista luce no sólo su destreza técnica, sino también su arrollador carisma artístico y una extraordinaria sensibilidad.