El delegado del Frente Polisario en España ha acusado al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de haber hecho "mucho daño" al pueblo saharaui.

Bucharaya Beyun ha asegurado que en estos ocho años de mandato el Ejecutivo español se ha inclinado por la tesis marroquí de prolongar su ocupación sobre el Sahara Occidental.

El político ha lamentado que España haya renunciado a adoptar un referéndum como solución del conflicto por la autonomía de la antigua colonia española. Beyun ha recordado que Zapatero predijo cuando llegó a la Moncloa en 2004 que el conflicto podría estar solucionado en seis meses.

A su juicio, el Gobierno socialista "en ningún momento ha hecho nada en favor" de una solución que respete el derecho al pueblo saharaui a decidir su futuro en una consulta. Esta medida está avalada por la ONU y rechazada de plano por Marruecos.

Beyun ha repasado los acontecimientos de estos años, como la huelga de hambre de Aminatu Haidar o el desmantelamiento del campamento de El Aaiún, donde el Ejecutivo socialista más se inclinó por la postura marroquí.

Zapatero se habría limitado a abogar por un entendimiento "entre víctimas y verdugos evitando cualquier declaración de incordie a Marruecos". Beyun ha hecho extensible la responsabilidad a Miguel Ángel Moratinos y su sucesora al frente de Exteriores Trinidad Jiménez.

Beyun ha adelantado que, sea del color que sea el Gobierno que salga de las elecciones del 20 de noviembre, le solicitará que asuma su responsabilidad en el conflicto como antigua potencia colonial.

Sobre el Partido Popular, ha evocado que fue José María Aznar quien defendió ante George Bush jr. la necesidad de celebrar un referéndum y ha estimado que si los populares llegan al poder deberán poner en marcha "acciones más activas" en el conflicto.

La reforma constitucional de Mohamed VI , al parecer de Beyun, no contribuye a resolver el conflicto y ha denunciado la posición marroquí de negarse a debatir asuntos de fondo en las conversaciones bilaterales que hay en marcha bajo la mediación de la ONU.

De mantenerse esta actitud "intransigente y obstaculizadora", ha advertido de que el proceso entraría en "un callejón sin salida" y obligaría al Polisario plantearse otra estrategia.