La Junta divulga un decálogo de medidas para la prevención y el control del picudo rojo

La Consejería de Agricultura y Pesca ha desarrollado un decálogo de medidas para la prevención y control de la principal plaga de las palmeras, el Rhynchophorus ferrugineus, conocido comúnmente como curculiónido ferruginoso o picudo rojo, que ha plasmado en un folleto divulgativo, dirigido al personal técnico de parques y jardines de los ayuntamientos y empresas especializadas.

La Consejería de Agricultura y Pesca ha desarrollado un decálogo de medidas para la prevención y control de la principal plaga de las palmeras, el Rhynchophorus ferrugineus, conocido comúnmente como curculiónido ferruginoso o picudo rojo, que ha plasmado en un folleto divulgativo, dirigido al personal técnico de parques y jardines de los ayuntamientos y empresas especializadas.

Según ha informado en una nota la Consejería, esta actuación se enmarca dentro de su Plan contra el Picudo Rojo, en el que se contemplan, entre otras, medidas de formación y divulgación, que se vienen realizando por parte de la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera.

Los interesados pueden ya consultar esta guía informativa en la dirección web, 'www.juntadeandalucia.es'.

En su lucha contra esta dañina plaga, una de las principales líneas de actuación de esta Consejería ha sido el refuerzo de las medidas preventivas, tal y como se contempló en su día en el decreto aprobado por el Consejo de Gobierno que establecía nuevas obligaciones y controles rigurosos para las zonas y árboles afectados.

En ese sentido, la titular de Agricultura, Clara Aguilera, destaca la gran importancia de la prevención a la hora de evitar una mayor expansión del picudo rojo en las palmeras, así como la necesidad de reforzar la coordinación entre todos los agentes implicados para frenar y controlar una plaga que afecta a la conservación de un emblemático patrimonio cultural, paisajístico y medioambiental en muchos municipios andaluces.

Entre las acciones preventivas puestas en marcha destacan jornadas formativas dirigidas a personal técnico, organizadas por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa).

Desde su detección por vez primera, en 1995, en el municipio de Almuñécar, la Consejería de Agricultura y Pesca viene realizando un importante despliegue de medios materiales y humanos para combatir esta plaga. Al tratarse de un foco "muy localizado", sus actuaciones, como la puesta bajo control fitosanitario de las palmeras sensibles en el área afectada y el arranque y destrucción de aquéllas cuyo grado de afección representaba un riesgo fitosanitario o de seguridad ciudadana, estaban arrojando resultados positivos.

Pero a partir de 2005 se produjo una explosión de esta plaga fuera de las zonas de control, debido a un incremento en la demanda de palmeras para la urbanización de las avenidas y zonas residenciales de muchos pueblos que favoreció la entrada de este parásito desde países exportadores contaminados (Egipto, fundamentalmente). Esta situación se hizo extensiva a otros países del arco mediterráneo como Francia (zona costera), Italia, Portugal y Grecia.

Acciones coordinadas de prevención y control

La experiencia acumulada por la Administración autonómica durante todos estos años de lucha contra el picudo ha revelado, tal y como ya se ha destacado, que la coordinación y formación de todos los agentes implicados —Consejería de Agricultura y Pesca, Ayuntamientos y propietarios privados— es una medida completamente imprescindible para detectar la plaga de forma precoz y controlarla con tratamientos preventivos.

De hecho, y dado que este parásito se halla dentro de la palmera y que la duración media de su ciclo de desarrollo interior puede durar hasta tres años sin que se perciban signos exteriores de daños, es difícil frenar su expansión mediante acciones basadas exclusivamente en el corte y destrucción, como hasta ahora se había hecho.

En ese sentido, destacar que, actualmente se constatan más de 20.000 palmeras canarias retiradas, que han supuesto un gasto de nueve millones de euros, imputable a las medidas de erradicación —por arranque y destrucción de árbol—.

Por otro lado, en aquellos municipios en los que se ha seguido un plan coordinado de tratamientos, han demostrado ser útiles para el control de esta plaga las medidas preventivas como tratamientos con productos fitosanitarios o nematodos y hongos entomopatógenos, endoterapia mediante inyección localizada en el tronco y trampeo.

Por su parte, la Consejería ha intensificado estos últimos años el control del movimiento de palmeras en los centros de producción (viveros) como forma de garantizar que el material de plantación está libre de la plaga. Además, mantiene un equipo técnico especializado que desarrolla acciones de prospección de presencia de la plaga, alertando a las autoridades municipales para que puedan trasladar a la población las obligaciones y recomendaciones que permitan proteger las palmeras de los ataques.

Además, dicho equipo realiza el asesoramiento técnico necesario a los equipos de mantenimiento de los parques públicos, a las empresas de poda y jardinería, y a todos los interesados en obtener información.

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