La intervención del BCE no logra evitar un 'lunes negro' en todos los mercados

La bolsa de Madrid, en una imagen de archivo.
La bolsa de Madrid, en una imagen de archivo.
Javier Lizón/ EFE
La bolsa de Madrid, en una imagen de archivo.

La Bolsa española ha experimentado a lo largo de esta jornada una gran volatilidad. De nada ha servido el anuncio de la compra de deuda soberana por parte del Banco Central Europeo para calmar la tensión en el parqué madrileño. La rebaja de la nota de la deuda estadounidense realizada la semana pasada por la agencia Standard & Poor's, así como sus nuevas amenazas de bajar la calificación de EE UU han convertido el arranque de la semana en un 'lunes negro', en donde las fuertes pérdidas de Wall Street han acentuado todavía más el desplome de las principales bolsas europeas.

El parqué madrileño ha cerrado la sesión con una caída del 2,44%, que ha situado al IBEX-35 en el nivel de los 8.459,4 puntos, la cota más baja desde el 8 de abril de 2009, arrastrado por la fuerte caída de Wall Street. A pesar de la compra de deuda española por el Banco Central Europeo (BCE) este lunes por la mañana, la Bolsa cambiaba de tendencia e incrementó sus pérdidas, afectada por el miedo de los inversores a una nueva recesión económica, lo que afectaba a la cotización del petróleo, que bajaba más de tres dólares, hasta 106 dólares por barril.

La euforia inicial con la que había abierto (llegó a subir el 3,83%) se diluyó poco después para ir fluctuando en números negativos y positivos a lo largo de casi toda la jornada. La jornada ha terminado con solo dos valores en positivo: Banco Popular (+0,15%) y BME (+0,03%). El mayor descenso correspondió a ArcelorMittal (-9,67%), Gamesa (-6,92%) y CaixaBank (-6,02%). Telefónica, por su parte, cayó un 2,51%, seguido de Repsol YPF (-2,1%), Bankinter (-1,9%), BBVA (-1,77%) y Banco Santander (-1,16%). Banco Sabadell terminó plano.

Las bolsas europeas se hunden

Las bolsas europeas se hundían este lunes pese a que el Banco Central Europeo ha comprado deuda soberana de España e Italia en cantidades significativas tras la apertura de los mercados. La apertura de la Bolsa de Nueva York ha empeorado más las cosas, arrastrando no solo al IBEX-35, sino también a todas las principales bolsas europeas, que marcan números rojos.

El índice DAX 30 de la bolsa de Fráncfort intensificó su tendencia bajista y caía un 5%, arrastrado por las elevadas pérdidas de Wall Street, en reacción a la rebaja de la nota de la deuda de EE UU por la agencia Standard & Poor's (S&P). El selectivo de Fráncfort lideraba las pérdidas de los mercados de valores europeos en una negociación muy volátil, en la que el Banco Central Europeo (BCE) compró deuda soberana de España e Italia.

La Bolsa de París se desplomó este lunes tras la degradación de la nota de Estados Unidos, y su selectivo CAC-40 cerró con una caída del 4,68% hasta los 3.125,19 puntos.

La Bolsa de Milán cerró este lunes a la baja y su índice selectivo FTSE MIB perdió un 2,35%, hasta situarse en los 15.639,75 puntos. Por su parte, el índice general FTSE Italia All-Share cedió un 2,43% y terminó en 16.312,54 puntos.

Por otro lado, la Bolsa de Lisboa cerró también con pérdidas del 3,13% que llevaron a su principal índice, el PSI-20, hasta los 6.053,680 puntos, arrastrado por caídas del 6,11% de la petrolera Galp y del 5,46% de la distribuidora Jerónimo Martins.

Siguiendo la estela de París, Milán y Lisboa, la Bolsa de Valores de Londres cerró este lunes con una fuerte caída y su índice principal, el FTSE-100, perdió 178,94 puntos, un 3,39%, hasta las 5.068,95 unidades.

Las principales bolsas europeas ya habían abierto este lunes con bajas, siguiendo la estela de las asiáticas. El CAC-40 de París descendió en la apertura un 0,95%, y el FTSE-100 de Londres, el 0,73%. Las principales bolsas asiáticas cerraron con pérdidas, con una caída de casi el 4% en Seúl, y Tokio, el 2,17%, pese a la declaración del BCE y el comunicado del G-7.

Fuerte caída de la prima de riesgo

La prima de riesgo española (el sobrecoste que exigen los inversores para adquirir títulos españoles en vez de alemanes, considerados los más seguros de Europa) registró su mayor caída en una jornada desde la creación del euro al pasar de los 370 puntos básicos del viernes a 289,4 puntos al cierre de este lunes, gracias al alivio que supuso la compra de deuda soberana de España e Italia por parte del Banco Central Europeo (BCE).

En ese drástico descenso fue crucial el desplome de la rentabilidad del bono español a 10 años, que terminó la semana pasada en el 6,053% y que este lunes bajó hasta el 5,156%, un nivel desconocido desde el pasado 21 de marzo.

En cambio, el rendimiento de los títulos alemanes con vencimiento en 2021 (con los que se compara a los bonos españoles para obtener la prima de riesgo o diferencial) avanzó hasta el 2,262%, frente al 2,345% del viernes.

El anuncio que hizo el domingo el BCE de que iba a comprar "activamente" deuda soberana de España e Italia para evitar que se contagien de la crisis también se tradujo en una importante relajación de la prima de riesgo italiana, que se colocó en 301,5 puntos básicos, todavía por encima de la española.

La opinión de los expertos

La prima de riesgo de España, que se situó al cierre de la sesión en su nivel más bajo desde el 21 de julio, inició su caída en picado a primera hora de la mañana, hasta el mínimo de 274,07 puntos básicos, animada por las compras del BCE, que según entidades como Royal Bank of Scotland podrían haber totalizado 2.500 millones de euros.

Los analistas consultados por EFE aplaudieron la intervención del organismo encabezado por Jean-Claude Trichet porque a corto plazo supone una inyección de optimismo en el mercado.

No obstante, desde entidades como Saxo Bank insistieron en que la acción del BCE es inútil a largo plazo por el tamaño de la deuda conjunta de España e Italia, que supera con mucho incluso las magnitudes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que tiene que dar el relevo al supervisor de la zona euro.

La analista de Ahorro Corporación Nuria García valoró que el BCE haya actuado como una "herramienta de emergencia", con intervenciones que "deben continuar unas semanas" hasta que el FEEF esté operativo.

El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, coincidió en que la acción del BCE "debe prolongarse para evitar un retroceso a las situaciones de tensión".

Ante el optimismo generalizado, el experto de CM Capital Markets Jorge Lage avisó de que "los mercados siguen demandando acciones más unitarias por parte de la Unión Europea (UE), además de un nuevo plan de estímulo en Estados Unidos, que aleje los temores de una nueva recesión".

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